Estoy casi muerto y sin embargo siento latir mi corazón. Una especie de rebuscada finura

Atado por mis vicios a sórdidas cadenas me oculto para no ser el vuelo de los pájaros. Del brazo de la muerte

No estoy maravillado con mi vida. Estoy arteramente sorprendido por mi vida. Como si hubiese vivido para otros y ahora no sé qué hacer

Harto de comparsas y murgas ambiciono una orquesta de cámara para mis silencios. Una nota encerrada en su altura.

Hay un decreto ley, del 26 de agosto, donde se me promulga para toda España ciudadano español

Llegué una tarde a Madrid y me di… Ésta será mi tierra éste mi pueblo… Después fue todo mucho más difícil… Los apretones de mano del principi… se transformaron en fuertes tenaza…

Tratando de arrancarle a la vida una verdad dispuestos a todo dejamos que el sol se levantara con nosotros al alba.

Estoy en el abismo de las horas qu… Mi dolor no figura, aún, en los li… Todo se empequeñece cuando no está… ajena y vagabunda de oscuridad lej… ¿Qué harás sin mí?

Dejar olvidar de a poco el que soy. Hundirme lentamente en las horas de la noche

Huyo de mi propia luz porque mi propia luz no es la luz del hombre. Soy entre nosotros el que desata

Es otra vez de noche y en general la casa duerme. Una voz en la radio dice últimas palabras.

Rechazamos la guerra todo el tiempo que sea necesario. Nos callaremos pero no para siempre. Ocultaremos nuestra cara

Ya nunca más arpegios voluptuosos Se tomará el café por las mañanas y por las noches furtivamente se hará el amor contra reloj

Dejo de latir dejo de ser el pulso donde antaño vibrara el Universo. Delicadamente me entrego a las argucias del amor