Vivir
Ni al amor que lleva tu nombre
deja estela como tu calma,
paciente espero
a que llegue un nuevo mes para ver flores en el rincón
galápagos en agua sal,
murciélagos al amanecer
y cuando éste por las nubes no me soples
deja que me desvanezca con el sonido del viento,
fundirme entre el mar abierto
y estrellarme en rocas
lanchas a la deriva.
El placer de hablar por horas concédeme;
una noche cantar bajo el agua hirviente
aunque me desafine
caminar con pies descalzos y sangrar por clavos
astillas
lloriquear,
intensamente sentir
que quiero ser fuego en la lluvia y luz al anochecer,
imposible y fantasiosa
brillo de luna, también real
una canción en repetición
que solo con eso me quedo al final.
