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Trifulca

Una batidora llena hasta el tope
de personitas gritonas,
uno que otro perro sato,
uno que otro gato entremezclado.
El chillido agudo hizo sangrar los oídos,
todos ellos revueltos como mezcla
para ser freídas en el fogón
de la esquina.
Era una trifulca.
Un ambiente pesado,
de charrería
y chusmería,
una cafrería sinigual.
El alboroto estrambótico
para unos divertido,
para otros material
fílmico para subirlo
en las redes.
Una porquería...
y había hembras, machos
y los barnies y miquimaos,
sin sexos, pero sensuales.
Todos emburujados,
embrujados,
una mezcolanza de alto voltaje.
Qué escandalo para los estirados,
Qué entretenido para los tiznados.

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