Si supiera lo que sientes o supiera lo que escribes, si conociera quien es aquella por quien tú vives podría escuchar canciones
A ti, que sin pretender cambiarme transformaste mi vida y me amaste aun cuando ni siquiera yo misma podía soportarme.
Y es que ninguna obra de arte se compara con tus ojos, así como ningún asesino se compara a ti. Estoy muerta
Soy una mujer de vidrio a través de la cuál podrías ver el… sin tener que salir. Soy una mujer de vidrio transparente en las decisiones que…
Hoy te vi y no fui capaz de hablarte, ibas corriendo, bajando las escaleras, con la bufanda al viento.
Está mi cuerpo lleno de firmas de huellas y marcas que guardan recuerdos —generalmente malos— que me impulsan a seguir
Durante un año fuiste mío pero por siempre seré tuya, ahora mi corazón está frío pues tu ausencia cavó mi tumba.
Porque cuando no te busco Te encuentro Y cuando no pretendo encontrarte Te veo. Porque jugar a las escondidas
Si tuviera el amor que te di tal vez dejaría todo para saludar, escribiría sin miedo cartas, regalaría flores y chocolates. Si tuviera el amor que te di
Tus ojos merecen versos pero yo no soy poeta y me cuesta demasiado definirlos con letras, escribirlos con tinta,
Tengo la extraña habilidad de equivocarme en lo simple, de enamorarme de los errores, de tropezarme todos los días con la misma piedra de ayer.
He cometido tantos errores que ya no puedo contarlos y no sabría con cual comenzar. He cometido tantos errores que me construí un camino
Siento tu cabello oscuro ahora en el viento diario, siento tus besos —el sabor de tus labios— en cada sorbo de chocolate.
Me paseo entre cuatro paredes, pateando recuerdos, corriendo papeles, nadando en mis miedos. No te perdí,
A veces, en las noches, tengo sed, como muchos de los mortales. A veces, en la madrugada, tengo frío, como miles