A veces la veo mirando a la esquina y dice que hay alguien llorando al otro lado de la pared.
Siento tu cabello oscuro ahora en el viento diario, siento tus besos —el sabor de tus labios— en cada sorbo de chocolate.
Ahora no vive solo deja que pasen los días, que el dolor la consuma —porque no puede detenerlo—. Cada día se muere
Volver a sentir vida después de mucho tiempo, escuchar vinilos, dormir de a ratos, cocinar al natural,
Eres el punto y coma que le faltaba a mi vida para que todo compilara.
Tengo la extraña habilidad de equivocarme en lo simple, de enamorarme de los errores, de tropezarme todos los días con la misma piedra de ayer.
Han sido varios días, que percibo como siglos, desde que nuestros caminos tomaron rumbos distintos. Dime quien eres.
Podría esperarte incluso mil años pero no vivo tanto y no puedo perder los años que me quedan por vivir
A ti, que sin pretender cambiarme transformaste mi vida y me amaste aun cuando ni siquiera yo misma podía soportarme.
Yo no sé qué será la felicidad y supongo que nadie lo sabe, pero también supongo que suponen que lo saben. Algunos son felicidad temporal
Vivo escribiendo letras a veces inútilmente, pero saber que me lees hace que quiera escribir lo que guardo en el corazón.
Llueve a cántaros pero no puedo escampar ni usar un paraguas para el aguacero de mi corazón.
Cuesta encontrar a alguien que me escuche cuando no quiero hablar, que me mire cuando no puedo ver.
Me gustaría verte sonreír una vez más, escuchar tu risa, mirarte a los ojos, otra vez.
Yo quisiera que vieras en mí más que una amistad, más que una tragedia, porque sé