Nunca es tarde para visitar la nevera y vulnerar sus envases, tomando porciones de diverso tamaño, de los alimentos restantes de hoy o los pretendientes del mañana. Es como una merienda entre la cena y el desayuno, un cenayuno prácticamente.
Lo que se toma es agua teñida de café, pero la borra es café desde que nació, vivió en la mata de café, fue descerezada, secada, tostada, luego colada. Qué poco reconocimiento tiene la ...
Habito el olvido de todo lo sentido mientras, abierto a la incertidumbre, mastico memorias dulces
Conozco una mujer que pinta blanco. Ella tiene en su cuerpo las formas de un manjar de frutas jugosas, tropicales y que advierten el intenso sabor a través de lo que reflejan con la luz...
Sin arte nos hartamos.
Hurgando en el fondo del frasco de… nadar y bañarme en mayonesa, usar mayonesa y no sangre en las v… echarme en los pies, en las axilas… peinarme con mayonesa y cepillarme…
Quiero crear un movimiento dedicado a los tardes. Los tardes somos todas esas personas a quienes no nos gusta hacer las cosas temprano. Estamos cansados de las alarmas para despertar y ...
Por esos jingles que, al sonar por la mañana, quedan para todo el día repitiendo en pensamiento: cauchos, charcutería, frigorífico, aire acondicionado, repostería, envíos internacionale...
Es muy conocida la promoción y defensa de la importancia de decir que NO. Se afirma, sin mayor argumento, que hay que “aprender a decir que no”, porque es mejor, para evitar, para dejar...
Tengo serios problemas. Y divertidas soluciones.
Los niños juegan metras en la cancha de tierra del parque, se ofrecen patadas y puños, compran bikingos, se rascan la nariz con las uñas llenas de mugre, se ríen del viejo que pasa y or...
Cuerpo por terreno terreno por cuerpo terremoto interno contrucción y derrumbe movimiento, carne y huesos
Este año me di cuenta que cada año…
Ya las cometas, o papagayos, sient…
Las ligas se quejan reventándose, no pueden más con la inflación.
Es una especie de abismo. Un abismo al que le perdí el miedo. Han pasado muchas lunas, tantas que me cuesta mantener la idea de un número, y después de muchos baches, puedo verla dormir...