#Colombianos #Mujeres
Hoy vi que a ese lugar donde te am… —y donde fue temblor nuestro silen… cuando anunció con voz eterna la a… que ya se alzaba el día— llegaban implacables los hombres c…
Dice Claudia que las tardes sombr… nos tranquilizan. Todo en ellas es… para el desasosiego entre sus fald… Es cierto, Claudia. En las tardes nubladas la vida pas…
Porque ahora paso mi mano sobe el… y si cierro los ojos oigo correr u… porque mi cuerpo comienza ahora en… donde alcanzan tus brazos y el mie… y sé llamar las cosas
Tantas cosas han sido y han pasado… Como viejas palomas mal heridas, llenas de costras, de lastimaduras… las paredes de cal donde el tiempo… Y va la soledad pegada al viento.
Ese sonar de aldabas me levantó de… sobresaltó mi corazón dormido. Cuánto ruido trajiste a esta casa: Qué músicas extrañas, qué silencios no oídos.
La luna brilla con ese furor ciego que es señal inequívoca de que ha llegado el tiempo fértil… Huele a la piel rayada de los tigr… a orquídea que se abre,
La noche, oscura loba, golpea las… con una lluvia airada. A lo lejos un monótono ruido de motores recuerda la ciudad que se desvela.
Exacto y cotidiano el cielo se derrama como un oscuro… se agazapa a dormir en los zaguane… endurece los patios, los postigos, enciende las pupilas de los gatos.
Hasta el fondo del vaso desde tu oscuro fondo caían las palabras difíciles amargas
Empotrado en la noche de la alcoba el espejo tiene la lucidez de los oráculos. Sobre la superficie de su luna la muchacha desnuda
Como un depredador entraste en cas… rompiste los cristales, a piedra destruiste los espejos, pisaste el fuego que yo había ence… Y sin embargo, el fuego sigue ardi…
Tu boca viene a mí, solo tu boca. Viene volando, libélula de sangre, llamarada que enciende ésta mi noche de ceni… Toda la sal del mar habita en ella…
Oye cómo se aman los tigres y se llena la selva con sus hondos… y se rompe la noche con sus fieros… Mira cómo giran los astros en la e… danza de la armonía y su silencio
Porque eres ave que girando en reb… desafía la bruma la ardua noche haciéndola más honda y más oscura y más inmenso el mar
Aquí dijiste... Aquí dijiste: “son hermosos los ojos húmedos de los caballos”. Y aquí: “me encanta el viento”.