Encontré la puerta
Encontré la puerta y la traspasé.
Clara, limpia luz,
blanquísima arena,
azul penetrante como bellos ojos
de profundo ser.
Estaba mi mar.
Me dejé envolver.
Mi pelo bailaba al son de la brisa.
Placer en mis plantas
al pisar la tierra deshecha en destellos.
Olía la esencia de mi mar secreto.
Caricia en la piel, mi sol me besaba.
Me dejé besar.
Estaba a lo lejos con brazos abiertos
el cómodo asiento de frente a ese azul.
Me dejé abrazar.
Y lejos quedaron oscuras visiones
en angostas calles oscuras también,
de adoquín gastado,
de difícil paso con tacón de aguja,
buscando el apoyo para caminar.
Eso quedó atrás al pasar el arco,
al cruzar la puerta y sentir la paz.
(2015)
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