¡Que las dudas no se vean!
En apariencia serena,
en lo interior encogida.
¿Como llegar a la arena
con esta mar tan movida?
El temor camina dentro,
el sueño es una estampa negra,
es descontrol, es futuro incierto.
Es el alimento de una pena.
Es la mano que sujeta,
que con el pulso alterado
hace temblar la cruceta
y crujir el costado
Mariposas de colores,
se tornan polillas negras,
del estómago son señores,
corrompen la larga espera.
El corazón va a la boca,
quiere escapar del cuerpo,
que no es ni piedra ni roca,
¡que está vivo!, ¡que no está muerto!
El oxígeno escasea,
pesa la respiración,
borbotones de algodón
obturan la entrada fresca.
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Subamos al escenario
que llena está la platea,
con equilibrio, con paso firme.
¡que las dudas no se vean!
