Me miró tu hermanita con tus ojos esta mañana y sentí del amor nuevos antojos y de una vida nueva, nueva gana. Pero de pronto desperté a la cuent…
Las dos conchas de nácar que bebía… para, ti mis palabras, la luz del sol trasparentaban dulc… una luz escarlata. Y tú oías al sol mientras me oías;
Eran tus ojos en aquellas tardes dos alondras cobardes; eran como al volver de arar la yun… y mirándome ¡cómo los abrías! eran una pregunta
¿En qué piensas Tú, muerto, Crist… ¿Por qué ese velo de cerrada noche de tu abundosa cabellera negra de nazareno cae sobre tu frente? Miras dentro de Ti, donde está el…
Mi madre dijo: «Siendo muy chiqui… tenía ella dos años y tú tres... os hicimos trocar ¡usos benditos! cuatro besos de ruido y hoy... ya… Sí, madre, veo lo que son los beso…
¡Ay, este rosal regado con tinta, rosas de fuego que se sorbe el vie… Mi alma del gran misterio se halla… he de morir sin darla a nacimiento… Preñez de amor mi agonía prolonga
Mi corazón latía contra el hierro de la implacable reja; callábamos los dos y nos mirábamos a nuestras manos quietas. Por matar el silencio peligroso,
¡Tu vida, vida mía, desprendida de la vida de Dios! Al llevártemela, apuré mi vida la vida de los dos! Al verte envuelta en funerales pañ…
¿Por qué esos lirios que los hielo… ¿Por qué esas rosas a que agosta e… ¿Por qué esos pajarillos que sin v… se mueren en plumón? ¿Por qué derrocha el cielo tantas…
El río claro de tu voz fluía tan sosegado y manso que era agua cristalina que corría en ¡brazos de un remanso En él se retrataban de tu pecho
Contaba los instantes por el ritmo de tu pecho anheloso al palpitar, y mis ojos buscaban en tus ojos el misterio de aquella sed de amar… Sed. de vivir, Teresa... Vi en tu…
Una noche serena de otoño vi a la lívida luz de la luna de nuestro árbol temblar en la cop… una hoja ya última. Y al llegar la mañana siguiente,,
Este buitre voraz de ceño torvo que me devora las entrañas fiero y es mi único constante compañero labra mis penas con su pico corvo. El día en que le toque el postrer…
LXI Vuelve hacia atrás la vista, camin… verás lo que te queda de camino; desde el oriente de tu cuna el sin… ilumina tu marcha hacia adelante.
Yo, sin saber por dónde, junto a la reja estaba y al oído te hablaba de nuestro eterno amor; y tú, toda confusa,