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Cruz María Salmerón Acosta

El poeta Cruz María Salmerón Acosta, nació en las áridas y salinas costas cumanesas del oriente venezolano, el 3 de enero de 1892, en Guarataro, Estado Sucre, Venezuela. En una ensenada donde estaba la hacienda de su padre, a pocos pasos del mar y a unos centenares de metros de Manicuare, prolongación de Araya, a orillas del Golfo de Cariaco, desde donde se divisa Cumaná, la capital. Un pueblo muy pobre, colmado de soledad, pescado y sal, donde las piedras son de ceniza y cal, la mayoría de las aves silenciosas y grisáceas y la vegetación escasa y espinosa; en una época de guerras internas y de autoritarismo institucionalizado, durante el Gobierno de Juan Vicente Gómez. Allí transcurre su infancia, siempre a la orilla del agua o mar adentro, entre botes, peces y atarrayas. Porque fue eso, un niño y un adolescente sembrado en el mar, y un hombre a quien le naufragó el mar en la sangre. Un torturado poeta víctima del mal de Hansen (la lepra), dolencia que lo consumió desde su plena juventud hasta los 38 años de edad, cuando murió. En 1912, a los 20 años de edad, estudiando el segundo año de la carrera, comienza a sentir dolencias en los brazos y adormecimiento en las manos, acude a los médicos Felipe Guevara Rojas, para la época, Rector de la Universidad Central de Venezuela, y a Juan Iturbe, quienes lo examinan detenidamente. El diagnóstico es fatal, crudo, doloroso, el poeta había contraído el que la Biblia llama “inmundo mal”, “el mal de los malditos”, la lepra, y ser leproso, era exponerse al asco y al desprecio, a que su propio pueblo lo execrara con gestos de repugnancia y terror al contagio. Le aconsejaron los doctores regresar rápidamente a su tierra y que se escondiese, antes que las autoridades sanitarias lo aislaran forzosamente condenándolo al Degredo, isla del lago de Valencia, donde funcionaba un hospital para enfermos contagiosos y un penitenciario, Según testimonio de su amigo Dionisio López Orihuela, Cruz Salmerón no se rindió inmediatamente, siguió estudiando y así, completó dos años de la carrera, hasta 1913, cuando cursando el tercer año, el dictador Juan Vicente Gómez clausura la universidad, y el poeta forzosamente regresa a su pueblo. El abanico de la tragedia ya se había desplegado en su vida, una hermana Encarnación, muere al siguiente día de su regreso, su hermano Antoñico es asesinado por un jefe civil del pueblo, y el poeta que aún no mostraba los estragos de la enfermedad, afrenta esta muerte y es encarcelado en Cumaná, sufriendo durante un año los rigores del presidio de entonces. Pero, aún le quedarían 15 años, los más penosos de su existencia. Y Su aislamiento voluntario durante esos años, será en Manicuare, en una playa desolada que se encuentra después de atravesar las Salinas de Araya, donde la historia mira al mar desde lo alto, con la misma lejanía que elije el pescador para divisar el cardumen. Allí se refugia el poeta; en una casa construida especialmente para él, sobre una pequeña colina a la orilla de su mar. Una casita-reclusorio, de un solo cuarto, con una sencilla cama individual y una tina de cemento para que se bañe cuando la invalidez ya no le permita hacerlo en su océano. A partir de entonces, toda su poética estará sometida al doloroso marco de su vida, al ámbito de su propio sufrimiento. Será el lugar de su destierro físico y espiritual; hoy, la casa es conservada con esmero por los jóvenes del Centro Cultural Cruz Salmerón Acosta y tiene un Museo en el lugar donde sus padres vivieron, además, un Liceo, una Biblioteca, una Parroquia, un Municipio y unas canciones de Alí Primera llevan su nombre. Referencias http://retroboomerang.blogspot.com.es/2010/11/el-poeta-cruz-salmeron-acosta.html

Rogelio Sinán

Rogelio Sinán, seudónimo de Bernardo Domínguez Alba (Taboga, 1902 - Panamá, 1994) fue un escritor vanguardista panameño. Inició sus estudios en el Colegio De La Salle y se graduó de bachiller en el Instituto Nacional de Panamá (1924). Realizó estudios universitarios en Chile, en donde conoció a los poetas Pablo Neruda y Gabriela Mistral. Siguiendo consejo de la poetisa, viaja a Italia a aprender italiano; fue allí donde se empapó de los -ismos (dadaísmo, surrealismo, creacionismo, ultrarealísmo, etc.) en boga en Europa en esa época y que serían la base de su obra posteriormente. En 1989, la Universidad de Panamá lo distinguió con el Doctorado Honori0 Vida profesional En Panamá, ejerció como profesor de español, en el Instituto Nacional y de arte dramático en la Universidad de Panamá. Posteriormente desempeñó el cargo de Primer Secretario de la Embajada de Panamá en México y, en 1938, como Cónsul de Panamá en Calcuta, India. Nuevamente en Panamá, en 1946 fue Director del Departamento de Bellas Artes y Publicaciones del Ministerio de Educación. Fue miembro de la Academia Panameña de la Lengua. Premios y distinciones * Casa de Rogelio Sinán en la Isla de Taboga * Premio Ricardo Miró de Novela por su libro "Plenilunio". Panamá, 1943. * Premio Interamericano de Cuento, por su cuento "La boina roja". México, 1949. * Premio "Ricardo Miró" de Poesía por su libro "Semana Santa en la niebla". Panamá, 1949. * Premio "Ricardo Miró" de Novela por su libro "La isla mágica". Panamá, 1977. + El gobierno panameño le otorgó tres condecoraciones en vida. La Academia Panameña de * la Lengua le otorgó la Primera Orden al Mérito Intelectual. * Actualmente se entregan tres premios literarios en su honor: el Premio Centroamericano de Literatura "Rogelio Sinán", que desde 1996 convoca para libros inéditos en los géneros cuento, novela y poesía la Universidad Tecnológica de Panamá; y la Condecoración + "Rogelio Sinán" que la República de Panamá otorga cada dos años a un autor panameño por la excelencia en la obra de toda una vida. Obra literaria La obra con que Sinán se dio a conocer fue la colección de poemas Onda (1929), publicado en Roma, Italia. Con este poemario, Sinán rompe con la estética del modernismo, cultivada por los poetas románticos panameños hasta la fecha, e inicia el vanguardismo en Panamá. Esta obra representó un cambio en la visión poética del mundo y en la forma de expresión con respecto a la poesía que se practicaba en Panamá en ese momento. Aparte de la poesía, Sinán cultivó el género del cuento y la novela, y en menor medida el teatro infantil y el ensayo. Poesía * Onda. Casa Editrice, Roma, Italia, 1929; Segunda edición, Revista "Lotería", No. 11, Panamá, septiembre de 1964; Tercera edición, Ediciones Formato Dieciséis, Universidad de Panamá, 1983. * Incendio. Cuadernos de poesía "Mar del Sur", No. 1, Panamá, 1944. * Semana Santa en la niebla. Panamá, 1949; Segunda edición, Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación, Panamá, 1969. * Saloma sin salomar. Dirección Nacional de Publicaciones del Ministerio de Educación, Panamá, 1969. * Poesía completa de Rogelio Sinán. Prólogo de Elsie Alvarado de Ricord, compilación e introducción de Enrique Jaramillo Levi. Universidad Tecnológica de Panamá, abril de 2000. Cuento * A la orilla de las estatuas maduras. Panamá, 1946; Secretaría de Educación Pública, México, 1967. * Todo un conflicto de sangre. Panamá, 1946. * Dos aventuras en el lejano oriente. Panamá, 1947; Panamá, 1953. * La boina roja y otros cuentos. Panamá, 1954; Ediciones del Ministerio de Educación, Panamá, 1961; Madrid, 1972. Posteriormente se han seguido publicando múltiples ediciones sin las últimas tres palabras del título original. * Los pájaros del sueño. Panamá, 1957. * Cuna común. Ediciones de la revista “Tareas”, Panamá, 1963. * Cuentos de Rogelio Sinán. Editorial Universitaria Centroamericana, San José (Costa Rica), 1971; 1972. * Homenaje a Rogelio Sinán. Poesía y Cuento. Prólogo de Enrique Jaramillo Levi, Editorial Signos, México, 1982. * El candelabro de los malos ofidios y otros cuentos. Editorial Signos, Panamá, 1982. Novela * Plenilunio. Panamá,1947; México, 1953; Panamá, 1961; Madrid, 1972. Posteriormente se ha seguido publicando múltiples ediciones en Panamá. * La isla mágica. Instituto Nacional de Cultura, Panamá, 1979; Segunda edición, Ediciones * Casa de las Américas, Habana, Cuba, 1985 . Teatro infantil * La cucarachita mandinga (farsa, adaptación de una historia tradicional de la India). Panamá, 1937; Segunda edición, Instituto Nacional de Cultura, Panamá, 1992. * Chiquilinga (farsa). Panamá, 1961. * Lobo go home (escenificada en Panamá, pero no publicada como libro). Ensayo * Los valores humanos en la lírica de Maples Arce. México, 1959. * Otros ensayos aparecidos en revistas y periódicos en diversas épocas fueron reunidos por Enrique Jaramillo Levi en: “Maga, Revista panameña de cultura”, No. 5-6, Panamá, enero-junio de 1985. REferencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Rogelio_Sin%C3%A1n

Nicomedes Santa Cruz

Nicomedes Santa Cruz Gamarra (* Lima, 4 de junio de 1925 — † Madrid, España, 5 de febrero de 1992), fue un decimista peruano que llevó la cultura de su país por distintos lugares del mundo. Biografía Nicomedes Santa Cruz nació el 4 de junio de 1925 en el Distrito de La Victoria, Lima - Perú. Hijo de Nicomedes Santa Cruz Aparicio y de Vicky Gamarra Domínguez, era el noveno de diez hermanos. Al concluir el colegio, se decidió a trabajar en la avenida Abancay a las 12 de la noche, oficio que realizó hasta 1956, abandonando su taller y dedicándose a recorrer el Perú y América Latina, recitando sus décimas y versos. Su cercanía con don Porfirio Vásquez, a quien conoció en 1946, influyó de manera decisiva en su formación como decimista. Asumió la tarea de revivir el folclore afroperuano mediante las presentaciones de una compañía teatral que organizó con su hermana Victoria Santa Cruz (1956-1961), a través de actuaciones radiofónicas y sus colaboraciones en el diario Expreso, El comercio y otras publicaciones. Debutó en 1958 en el Teatro Municipal de Buenos Aires, en Argentina, con la Compañía de Pancho cosa de Fierro Cascarón, dentro de un espectáculo denominado Ritmos Negros de Perú. También incursionó en el periodismo, en la radio y la televisión. Poco después incursiona fugazmente en la política, abandonándola al poco tiempo en 1961, y viajando a Brasil en 1963. Entre sus diversos viajes, Nicomedes siguió participando en eventos para promover la cultura afroperuana, entre los cuales destaca la dirección del primer Festival de Arte Negro, realizado en Cañete, en agosto de 1971. Otro de sus viajes tuvo como destino África en 1974, donde participa en el coloquio Négritude et Amérique Latine. Ese mismo año viajo a Cuba y a México, participando en una serie de programas televisivos. A estos países les siguieron Japón (1976), Colombia (1978), Cuba (1979), Panamá (1980). Desde 1981 se trasladó a Madrid, donde residió hasta su muerte. Allí fue periodista en Radio Exterior de España. Al mismo tiempo en 1987, colaboró en la preparación del disco de larga duración España en su folclor, sin descuidar sus presentaciones en diversos países. En 1989 impartió un seminario sobre la cultura africana en Santo Domingo (República Dominicana) y al año siguiente participó en la expedición Aventura 92, que recorrió puertos de México y Centroamérica. Afectado por un cáncer de riñón, falleció el 5 de febrero de 1992 después de haber sido intervenido quirúrgicamente en el Hospital Clínico de Madrid. Discografía Gente Morena (1957) Y su Conjunto Cumanana (1959; Canadá, 1994) Ingá (1960) Décimas y Poemas (1960) Cumanana: Poemas y Canciones (1964) Cumanana: Antología Afroperuana (1965,1970) Octubre Mes Morado (1964) Canto Negro (1968) Los Reyes del Festejo (1971) América Negra (1972) Nicomedes en Argentina (1973) Socabón: Introducción al Folklore Musical y Danzario de la Costa Peruana (1975) Ritmos Negros del Perú (1979) Décimas y Poemas Vol.2 (1980) España en su Folklore (1987) Obras escritas Décimas (1959, 1960, 1966). Cumanana (1960). Canto a mi Perú (1966). Décimas y poemas: antología (1971). Ritmos negros del Perú (Buenos Aires,1973). Rimactampu; rimas al Rímac (1972). La décima en el Perú (Lima 1982). Como has cambiado pelona (chincha 1959). Chala (1963). De ser como soy me alegro. A cocachos aprendí. Poema: meme neguito. [[wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Nicomedes_Santa_Cruz_Gamarra

Ludovico Silva

Luis José Silva Michelena (Caracas, 16 de febrero de 1937 - ídem, 4 de diciembre de 1988), conocido como Ludovico Silva fue un escritor, ensayista, filósofo y poeta venezolano, estudioso de Marx (no marxista), considerado como uno de los más importantes intelectuales del siglo XX venezolano. Hijo de Héctor Silva Urbano y Josefina Michelena, sus hermanos fueron el sociólogo José Agustín Silva Michelena y el economista Héctor Silva Michelena. Cursó secundaria en el colegio San Ignacio. Viajó a Europa donde estudió dos años de filosofía y letras en Madrid; un año de literatura francesa en La Sorbona y un año de filología románica en Alemania. En Madrid, un grupo de estudiantes lo bautizó como Ludovico, apodo que sustituyó su nombre, siendo conocido desde entonces como Ludovico Silva. En 1969 egresó Summa Cum Laude, de la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela. En la década de 1960 dirigió y produjo el programa radial La palabra libre. Entre 1964 y 1968 fue secretario general del Ateneo de Caracas, donde participó en la fundación de la revista Papeles, de la cual fue miembro del Comité de redacción. Colaboró en el periódico de tendencia marxista Clarín y en la revista literaria Cal, dirigida por Guillermo Meneses. Juntó con Miguel Otero Silva fundó la revista cultural Lamigal. En la década de 1980 mantuvo una columna en el diario El Nacional, titulada «Belvedere». Desde 1970 ejerció la docencia en la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela, actividad que compartió con la creación poética y la reflexión filosófica. En su obra filosófica sostuvo que las ciencias eran la materia prima de la filosofía, aunque el terreno propio de la misma era la lógica, ésta última en tanto instrumento u organon. La filosofía no debía centrarse en preguntas sobre el ser, sino ocuparse de los entes. De esta manera declaró la inutilidad de toda pretensión por explicar el universo en su totalidad mediante sistemas filosóficos cerrados. Se dedicó al estudio de los entes sociales, con una orientación marxista que interpreta lo que ocurre históricamente a los seres particulares. Esto le condujo a sostener una concepción contra la verdad universal, proponiendo cambiarla por la observación de verdades particulares, o lo que cada uno ve como hombre particular. En lugar de repetir o parafrasear a los grandes filósofos, de lo que se trata es de transformarlos, superarlos para adecuarlos a las nuevas realidades sociales. Dentro de esta posición transformadora y superadora, se dio a la tarea de redactar un diccionario del marxismo heterodoxo, tratando de mostrar la actualidad y vigencia de conceptos marxistas, a través de la aplicación de tales categorías a la realidad latinoamericana; conceptos tales como dialéctica, materialismo dialéctico, alienación o ideología. Según su interpretación, la dialéctica de Marx no era más que un método para la presentación de los hechos históricos según su dinámica estructural. Respecto al materialismo dialéctico, rechazó la idea de concebirlo como un sistema filosófico. En lo que atañe a la alienación, negó que fuese un factor antropológico, es decir, esencial a la naturaleza humana y propuso verla como un fenómeno histórico. Al ocuparse del concepto de ideología trazó una detallada historia del vocablo llegando a la conclusión de que la ideología es un sistema de valores, creencias y representaciones que generan las sociedades con relaciones de explotación; tales sociedades, con el objeto de justificar esa explotación, la consagran en la mente de los hombres como algo natural e inevitable, como algo esencial. Por el contrario, consideró lo ideológico como algo determinado por la estructura social, pero no mecánicamente, sino dialécticamente, lo que involucra su carácter reversible y cambiante. Por otra parte, abogó por una estrecha unión entre la filosofía y la literatura, y por superar la falsa dicotomía según la cual el literato se dedica al ser concreto y particular, mientras que el filósofo se compromete con lo abstracto y lo general. Algunas de sus obras han sido traducidas al italiano y al alemán. El 1 de mayo de 1996 se estableció la Fundación Ludovico Silva, presidida por su hermano Héctor Silva Michelena, la cual tiene como objetivo la difusión de las manifestaciones culturales venezolanas y latinoamericanas, y la proyección del pensamiento y obra del filósofo y poeta.(Benjamín Sánchez Mujica). Su visión de la teoría marxista Ludovico Silva representa para Venezuela lo que José Carlos Mariátegui para el Perú, es decir que probablemente es el autor marxista más respetado y que más contribuyó con el desarrollo teórico del marxismo en los años 60 y 70 en ese país. Ludovico tenía una visión distinta acerca de Marx en referencia a la Escuela Soviética (Academia de las Ciencias de la URSS) y de la Escuela Marxista Estructuralista Francesa. Para él no existía prueba alguna de que Marx teorizara el llamado Materialismo Dialéctico. Para Ludovico Silva esta herencia teórico epistémica del Marxismo Soviético proviene de las especulaciones clasificatorias de las interpretaciones de Plejanov acerca del pensamiento de Marx. Se opuso al dogmatismo y la ortodoxia y al llamado "Manualerismo" impuesto por la academia de las ciencias de la URSS a los militantes de los partidos comunistas alineados a Moscú. Dice Ludovico Silva que deben tomarse en cuenta, para comprender lo fundamental de toda ideología, los aspectos no conscientes de la misma, dejando, como hacía Marx, la conciencia para cosas contrapuestas a la ideología, como la teoría y ciencia; pero esto le llevó a calificar de contradictorias y absurdas, desde el punto de vista de Marx, expresiones leninistas tales como "ideología revolucionaria", o "el marxismo como la ideología de la clase obrera". En su obra filosófica mantuvo la tesis de que las ciencias eran la materia prima de la filosofía, aunque el terreno propio de la misma era la lógica. Asimismo, sostuvo que la filosofía no debía centrarse en preguntas sobre el ser sino que debería ocuparse de los entes. De esta manera explicó la inutilidad de toda pretensión por explicar el universo en su totalidad mediante sistemas filosóficos cerrados. Como pilar fundamental de sus reflexiones se ubicaron los entes sociales, los cuales abordó con una orientación marxista que interpretaba lo que ocurría históricamente a los seres particulares. Esto lo condujo a sostener una concepción contra la verdad universal, proponiendo cambiarla por la observación de verdades particulares, o lo que cada uno ve como hombre particular. Según Ludovico Silva en lugar de parafrasear a los grandes filósofos, de lo que se trata es de transformarlos, superarlos y adecuarlos a las realidades sociales. Por lo tanto dentro de esta posición transformadora y superadora, redactó un diccionario del marxismo heterodoxo, tratando de mostrar en forma actualizada y vigente los conceptos marxistas, a través de la aplicación de esas categorías a la realidad latinoamericana y caribeña; conceptos como la dialéctica, materialismo dialéctico, ideología o alienación. Según Silva, la dialéctica marxista no era más que un método para la interpretación de los hechos históricos según su dinámica estructural. Respecto al materialismo dialéctico rechazó siempre la idea de concebirlo como una teoría filosófica que explicara la realidad físico-natural, criticando con ello a Federico Engels y su dialéctica de la naturaleza. Para Ludovico Silva el método de Marx sólo era aplicable a la realidad histórico-social, entendiendo entonces el nombre adecuado para este como Materialismo histórico. Con respecto a la alienación, siempre negó que fuese un factor antropológico, es decir, esencial con la condición humana por naturaleza y propuso verla como un fenómeno histórico. Cuando se ocupó del concepto de ideología, delineó una detallada historia de ese vocablo concluyendo que la ideología era un sistema de valores, creencias y representaciones que generan las sociedades con relación a la explotación; esas sociedades, con el objeto de justificar esa explotación, la consagran en la mente de los hombres como algo natural e inevitable, como muy esencial. Siempre consideró lo ideológico como algo determinado por la estructura social de cada país, a la que no se le puede aplicar mecánicamente, sino dialécticamente, lo que implica su carácter reversible y cambiante. Silva abogó siempre por la estrecha relación entre la filosofía y la literatura, para los proyectos políticos, y por superar la falsa dicotomía según la cual el literato se dedica a ser concreto y particular, mientras que el filósofo se compromete con lo abstracto y lo general. Por eso en 1976 escribió el anti-manual, para no caer en el dogmatismo escolástico y copiar modelos de otros países, los cuales presintió que fracasarían. Aportes a la teoría educativo-pedagógica En su obra filosófica, Ludovico Silva sostuvo que las ciencias eran la materia prima de la filosofía y pedagogía, aunque el terreno propio era la Lógica. Así, como la filosofía no debería centrarse en preguntas sobre el Ser, la pedagogía pretendía explicar el universo docente en un orden cerrado, para así tener la oportunidad de explicar lo concerniente a los seres particulares. La pedagogía constituye un fenómeno histórico porque nos revela valores, creencias y representaciones que generan las sociedades. Siempre estuvo en guerra contra el dogmatismo. Estudió el auge de los movimientos sociales en Latinoamérica y desafía el paradigma capitalista, donde los líderes del Estado deben construir una alternativa de poder, donde se incluya a los excluidos. Fue considerado como uno de los intelectuales más importantes en Venezuela, dedicó su vida a la reflexión filosófica. La literatura y el ejercicio de la docencia, manifiestan que tanto la burguesía como el proletariado llegarán a la igualación social universal, bajo el principio marxista "de cada quien, según sus capacidades a cada quien según sus necesidades". Para él, la pedagogía es el instrumento fundamental para lograr el desarrollo multilateral del individuo, teniendo como base las coordenadas de consumo y ganancia. Como analista, una vez expresó que “La sociedad es una inmensa soledad gregaria, donde todos son ciudadanos y niños en edad prescolar”. La escuela –solía decir- le permite al pueblo ganar autoestima, dignidad y sobre todo esperanza por un porvenir que lo subyuga por una diversidad que lo subyuga y vivifica. La pedagogía recolecta el material de estudio, los datos empíricos y se establece una organización del mismo, según una orden dada principalmente histórica. Esto es una necesidad a lo interno de nuestras luchas populares, organizar los elementos de estudio en torno a problemáticas históricas. Como parte central de sus reflexiones, señaló que los entes sociales deben saber interpretar lo que ocurría históricamente a los seres particulares. El proceso de enseñanza-aprendizaje se encuentra signado por dos funciones, una referencial y la otra emotiva. La pedagogía debe ser el instrumento temático para conformar la estructura política y generar criterios antagónicos para llegar a una sola realidad, donde el educando se constituya en la figura central, porque la escuela va a cumplir expresamente una función socializadora. Algunos de sus poemarios * Tenebra (México, 1964) * Boom! (Caracas, 1965) * In vino veritas (Caracas, 1977) * Cuaderno de la noche (Caracas, 1979) * Piedras y campanas (1979) * Crucifixión del vino (1996, póstumo) Ensayos * La plusvalía Ideológica (Caracas, 1970) * Sobre el socialismo y los intelectuales (Caracas, 1970) * Teoría y práctica de la ideología (México, 1971) * El estilo literario de Marx (México, 1971) * Vicente Gerbasi y la modernidad poética (Universidad de Carabobo, 1974) * Marx y la alienación (Caracas, 1974) * De lo uno a lo otro (1976) * Anti-manual para uso de marxistas, marxólogos y marxianos (Caracas, 1976) * Contracultura (ed. Vadell Hermanos, Valencia,1980) * En busca del Socialismo perdido (Caracas,1988) References Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/Ludovico_Silva

Enriquillo Sánchez

Transición del poeta Enriquillo Sánchez por Fernando Ureña Rib Ausencia “Pero estaré herido Herido de tu partida donde nacían tus ojos y herido de tu regreso desde la lejanía” Enriquillo Sánchez Ha muerto Enriquillo Sánchez. Sobre la muerte, como un pesaroso viaje sin retornos, el poeta había escrito: Es sencillo morir. Lo solemne es morirse. La muerte es irse muriendo. En la poesía de Enriquillo Sánchez nos asalta siempre la perenne innovación de las formas poéticas. Formas que abrigan tanto sapiencia como inminencia, una vertiginosa hondura; el profundo conocimiento de la cultura desde la que parten airosas sus más intrincadas y luminosas imágenes poéticas. Se trata de una urgencia visceral. Todo es entrañable. Nada (el deseo, la pubertad, el amor, el desafuero, la anarquía o la muerte) puede esperar instante alguno. Enriquillo Sánchez escribe sin sonrojos. La acción está siempre a punto de ocurrir. Se agolpa en el pecho del poeta un sentimiento que todo lo domina y luego sale a galopar y, se apropia del espacio circundante y se abalanza llevando consigo y a toda velocidad su canto lúdico, órfico o metafórico por sinuosos y escarpados caminos donde acechan el horror mismo de la vida y su inquietante fascinación. Una zoología particular, un bestiario poético salta en sus versos que de pronto son pájaro dentro de la lluvia o sapo o potro, o cocuyo o marsupial, no importa. Tampoco tuviste tiempo ibas y venías por la noche de ceniza y humo como un animal de lluvia herido por la espadaá Ahí está con un relámpago en el pecho la lúcida pantera. Y es el hombre, el tíguere acicalado y descalzo que se tongonea y extiende su mano para alcanzar el pezón o la cadera de una hembra que pasa furtivamente por la Ovando cimbreándose, cimbreándose. Y esa sensualidad, instintiva, animal, sudorosa, también es urgente, sin pudor, sin ropajes: Hora de tu pájaro inmóvil en el viento. O bien un signo de sensualidad que se abraza al espanto, a la locura, a veces a la muerte. "Me voy/ no dejo amigos.... Así potro de frío/" O bien una sexualidad álgida que se regodea en el juego de palabras, sin excluir sentencias en las que el mundo representa una negación de la felicidad. La subversión es permanente. Hay que asaltar el Estado y despedirlo sin piedad en la vía pública.. Hay que asaltar el orden público y disfrazarlo de payaso a las cinco de la tarde. El amor es entonces el único antídoto contra los males de la sociedad, del mundo. Me hundí en su palabra y su cadera porque en su palabra y su cadera se hundía el mundo ciego. Y ese amor ( por la isla, por la naturaleza, por la mujer) está presente en toda su obra que se distancia o se aproxima, que se hace viento o tempestad, que se hace lengua o pájaro o fósforo o fuego y va inundando (con audaz y sacra irreverencia) todo el campo poético de Enriquillo Sánchez. Referencias Latin Art Museum - www.latinartmuseum.com/enriquillo.htm

Marqués de Santillana

El Marqués de Santillana, nombre por el que es conocido Íñigo López de Mendoza, I marqués de Santillana, I conde del Real de Manzanares y señor de Hita y Buitrago (Carrión de los Condes, Palencia, 19 de agosto de 1398 - Guadalajara, 25 de marzo de 1458), fue un militar y poeta del Prerrenacimiento. Personaje clave en la sociedad y la literatura castellana durante el reinado de Juan II de Castilla, provenía de una familia noble vasca inclinada desde siempre a las letras: su abuelo, Pedro González de Mendoza, y su padre, el Almirante de Castilla Diego Hurtado de Mendoza, fueron también poetas y estuvo emparentado con grandes figuras literarias de su tiempo, como el Canciller Pero López de Ayala, Fernán Pérez de Guzmán o Gómez Manrique. También sus hijos continuaron esta labor literaria y de mecenazgo cultural, sobre todo el gran Cardenal Pedro González de Mendoza. Su madre fue la riquísima Señora de la Casa de la Vega, Leonor Lasso de la Vega, la cual estuvo casada en primeras nupcias con Juan Téllez de Castilla, II Señor de Aguilar de Campoo e hijo del Infante Tello de Castilla. Su padre falleció teniendo él cinco años, lo que motivó que su madre, Leonor, tuviera que actuar con gran habilidad para conservar su herencia. Parte de su infancia la pasó en casa de Mencía de Cisneros, su abuela. Posteriormente, se formó con su tío, el arcediano Gutierre, que más tarde sería Arzobispo de Toledo. Muy joven, Íñigo se casó en Salamanca en 1412 con Catalina Suárez de Figueroa, hija del fallecido Maestre de Santiago, Lorenzo I Suárez de Figueroa, con lo cual su patrimonio aumentó en mucho, transformándole en uno de los nobles más poderosos de su tiempo. Marchó al poco a Aragón, junto al séquito de Fernando de Antequera, y allí fue copero del nuevo rey Alfonso V de Aragón, donde sin duda conoció la obra de poetas en provenzal y catalán que menciona en su Proemio. Literariamente se formó en la corte aragonesa, accediendo a los clásicos del humanismo (Virgilio, Dante Alighieri...) y de la poesía trovadoresca al lado de Enrique de Villena; en Barcelona trabó relación con Jordi de Sant Jordi, copero, y Ausiàs March, halconero real. En Aragón hizo estrecha amistad también con los Infantes de Aragón, en cuyo partido militaría hasta 1429. Allí, por último nació en septiembre de 1417 su primogénito, Diego Hurtado de Mendoza y Suárez de Figueroa, futuro duque del Infantado. Regresó a Castilla al tiempo de la jura del rey Juan II de Castilla y participó en las luchas de poder entre Enrique de Aragón y Álvaro de Luna, en el bando del primero. Estuvo junto a él en el golpe de Tordesillas y en el cerco del castillo de la Puebla de Montalbán, en diciembre de 1420. Tras la prisión de don Enrique, regresó a sus posesiones de Hita y Guadalajara. En 1428 nació en Guadalajara su sexto hijo, el que sería Cardenal Mendoza. Como político, procuró a partir de 1422 inmiscuirse lo menos posible en los asuntos de Estado y mantener a lo largo de su vida la fidelidad al rey Juan II. Ello le llevó a enemistarse primero con los infantes de Aragón en 1429, al no apoyar su invasión de Castilla en el verano de aquel año; y más tarde, a partir de 1431, se enemistaría con el privado real Álvaro de Luna; aunque no por ello volvería a militar en el bando de los aragonesistas. En la primera batalla de Olmedo (1445) estuvo en las filas del ejército real, por lo cual el Rey le concedió el título de Marqués de Santillana y el condado suprascrito. Ya el año anterior, 1444, había recibido la confirmación real del privilegio a su favor de los derechos que la Corona tenía en las Asturias de Santillana. Don Iñigo contribuyó claramente a la caída de don Álvaro de Luna (1453) y contra él escribió su Doctrinal de privados; a partir de entonces comienza a retirarse de la política activa. Su última gran aparición se produce en la campaña contra el reino nazarí de Granada de 1455, ya bajo el reinado de Enrique IV de Castilla. Ese mismo año muere su mujer, doña Catalina de Figueroa, y el Marqués se recluye en su palacio de Guadalajara para pasar en paz y estudio los últimos años de su vida. El 8 de mayo de 1455 hizo testamento, estando en Guadalajara. Hombre de gran cultura, llegó a reunir una importante biblioteca, que después pasó a ser la famosa biblioteca de Osuna, y se rodeó de brillantes humanistas que le tenían al tanto de las novedades literarias italianas, como por ejemplo Juan de Mena o su secretario y criado, Diego de Burgos, quien compuso a su muerte un muy erudito poema, el Triunfo del Marqués. Don Iñigo López de Mendoza es el progenitor y cabeza de la poderosa casa ducal del Infantado, Grandes de España. Falleció en su palacio de Guadalajara el 25 de marzo de 1458 Descendencia * Diego Hurtado de Mendoza y Suárez de Figueroa, Duque del Infantado. * Pedro Lasso de Mendoza, señor del valle del Lozoya. * Íñigo López de Mendoza y Figueroa, Conde de Tendilla. * Mencía de Mendoza, esposa de Pedro Fernández de Velasco y Manrique de Lara, Conde de Haro. Enterrada junto a su marido en la Capilla del Condestable, en la Catedral de Burgos. * Lorenzo Suárez de Mendoza y Figueroa, Conde de la Coruña. * Pedro González de Mendoza. * Juan Hurtado de Mendoza, señor de Colmenar, El Cardoso y El Vado. * María de Mendoza, esposa de Pero Afán de Ribera, Conde de los Molares. * Leonor de la Vega y Mendoza, esposa de Gastón de la Cerda Sarmiento, Conde de Medinaceli. * Pedro Hurtado de Mendoza, señor de Tamajón. Obra Fue, además, uno de los primeros historiadores de la literatura española y le preocupó cuestiones de poética, como demuestra el prólogo que puso a sus obras, el Proemio e carta al condestable don Pedro de Portugal. Toda su obra puede inscribirse dentro de la Escuela alegórico-dantesca; fue sin duda alguna el más ferviente admirador que tuvo Dante Alighieri en España, y también asimiló lo que pudo del humanismo de Petrarca y de Giovanni Boccaccio. Es especialmente recordado por sus serranillas, poemitas de arte menor que tratan del encuentro entre un caballero y una campesina, a imitación de las pastorelas francesas, pero inspiradas en una tradición popular autóctona propia. Fue el primer autor que escribió sonetos en castellano, estrofa de origen italiano mal conocida aún en Castilla: los 42 sonetos fechos al itálico modo. Su obra maestra dentro del estilo alegórico-dantesco es la Comedieta de Ponza, donde describe la batalla naval homónima en coplas reales. Escribió además poemas alegóricos y doctrinales (dezires) y lírica cancioneril, y recopiló una de las primeras colecciones paremiológicas en castellano, los Refranes que dicen las viejas tras el fuego. A partir del estudio que de su obra hizo Lapesa, se puede distinguir: Poesía Lírica menor, de la que destacan las Serranillas y las Canciones y decires líricos. Sonetos Decires narrativos, entre los que destacan el Triunphete de Amor, El infierno de los enamorados y la Comedieta de Ponça. Poesía moral, política y religiosa, de la que la obra más conocida posiblemente sea el Bías contra Fortuna. Prosa Escritos morales y políticos, como la Lamentaçión de Spaña. Escritos literarios: el Proemio o Proemio e carta al condestable don Pedro de Portugal Escritos exegéticos: Glosas a los Proverbios. Recopilaciones: Refranes que dicen las viejas tras el fuego. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Familia_de_Mendoza

Alfonso X el Sabio

Alfonso X el Sabio Rey de Castilla y de León (Toledo, 1221 - Sevilla, 1284). Era hijo primogénito de Fernando III, a quien sucedió en 1252. Ya como infante realizó importantes labores, como la conquista del Reino de Murcia (1241) o la paz con Jaime I de Aragón, que conllevó el matrimonio de Alfonso con su hija Violante. Impulsó la Reconquista tomando plazas como Jerez, Medina-Sidonia, Lebrija, Niebla y Cádiz (1262). Hizo frente a una sublevación de los musulmanes de sus reinos, promovida por los reyes de Granada y Túnez (1264). Repobló Murcia y la Baja Andalucía. E incluso continuó el avance frente al Islam pasando al norte de África, al enviar una expedición a Salé (1260). Otra parte de sus esfuerzos hubo de dedicarlos a reprimir rebeliones interiores, como la protagonizada por el infante Enrique y varios nobles (1255), la que se produjo en Vizcaya (1255) o la que encabezó el infante Felipe (1272). Alfonso era hijo de Beatriz de Suabia, circunstancia que le hizo aspirar a la coronación imperial de Alemania, logrando la elección en 1257 con el apoyo de Sajonia, Brandeburgo, Bohemia y varias ciudades italianas. La oposición del papa hizo fracasar finalmente el empeño -en el que triunfó Rodolfo de Habsburgo-, renunciando Alfonso en 1276. Este llamado «fecho del Imperio» fue muy impopular en Castilla, pues exigió dinero y hombres que -unidos a los gastos de la corte y a las continuas guerras- crearon dificultades financieras, que obligaron a reducir la ley de la moneda y a crear nuevos impuestos. Durante una de las ausencias del rey por el asunto del Imperio, los benimerines de Marruecos desembarcaron en Algeciras (1272); en la lucha contra aquella campaña murió el infante Fernando de la Cerda, heredero del trono, antes de que su hermano Sancho consiguiera rechazar a los musulmanes. Posteriormente los benimerines derrotaron a una flota castellana en el estrecho de Gibraltar (1278), obligando a Alfonso a pactar una tregua. Alfonso provocó con sus contradicciones un conflicto sucesorio: había promulgado las Partidas, según las cuales debía sucederle el hijo mayor del difunto Alfonso de la Cerda; pero al morir éste prefirió declarar heredero en 1278 a su segundo hijo, Sancho IV, siguiendo la tradición castellana (quizá para evitar un enfrentamiento inmediato con éste). Un intento posterior de hacer al infante de la Cerda rey de Jaén provocó la rebeldía de Sancho, quien buscó apoyo en Aragón y Portugal (mientras que Francia apoyaba a los de la Cerda) y se hizo reconocer por unas Cortes reunidas en Valladolid, que depusieron a Alfonso (1282). Éste, confinado en Sevilla, buscó apoyo en el rey benimerín; pero murió antes de haberse enfrentado con Sancho. En su testamento desheredaba a Sancho y reconocía como sucesores a los infantes de la Cerda, dando así motivo para nuevas disensiones. La obra de Alfonso X el Sabio El reinado de Alfonso destacó sobre todo en el orden cultural. A Alfonso X el Sabio se le considera el fundador de la prosa castellana y, de hecho, puede datarse en su época la adopción del castellano como lengua oficial. Sus profundos conocimientos de astronomía, ciencias jurídicas e historia desembocan en la organización de tres grandes centros culturales que giran alrededor de Toledo, Sevilla y Murcia. En la primera ciudad quedó ubicada la famosa Escuela de traductores de Toledo que, junto a compiladores y autores originales repartidos por el resto, emprendió una ingente labor de recogida de toda clase de materiales para la elaboración de libros, que el propio rey corregía y supervisaba. Movido exclusivamente por un afán cultural, el rey hizo tabla rasa de las diferencias de raza o religión, por lo que reunió a judíos, musulmanes, castellanos e italianos, que colaboraron libremente y otorgaron al conjunto una proyección universal. Las obras así producidas pueden encuadrarse en tres grandes apartados: obras jurídicas, obras científicas o de carácter recreativo y obras históricas. El propósito de las primeras fue contribuir a la labor unificadora iniciada por Fernando III el Santo. El Fuero real de Castilla (1254) preparó la redacción de la que sería su gran obra, el Código de las siete partidas (1256-1263 o 1265), donde se recoge lo mejor del derecho romano para unirlo a las más vivas tradiciones de Castilla. Este código, de larga influencia en el ordenamiento castellano y español, supuso la recepción del derecho romano en Castilla y su incorporación a la corriente europea del «derecho común». Obras científicas o de carácter recreativo son los Libros del saber de astronomía con sus Tablas astronómicas o Tablas alfonsíes, integrados por tratados originales, refundiciones y traducciones que pretenden compilar todo el conocimiento astronómico de la época con el fin de impulsar su desarrollo. Asimismo cabe registrar el Lapidario (1276-1279), tratado en el que se describen quinientas piedras preciosas, metales y algunas sustancias, y los Libros de ajedrez, dados y tablas (1283). También se le atribuye la traducción de los cuentos de Calila y Dimna. Entre las obras de carácter histórico figuran dos títulos fundamentales: la Crónica general y la Grande e general estoria, textos cuya ambiciosa empresa es contar, el primero de ellos, la historia de España desde un punto de vista unificador, en términos nacionales y políticos; el segundo, en cambio, se propone la relación de la historia universal. Otra importante faceta de su actividad fue alentar la creación poética, así como escribir poesía en lengua gallega. Sus 453 composiciones, entre las que abundan las de "escarnio" vertidas en un lenguaje paródico o insolente que recurre a veces a la ironía mordaz, lo avalan como el primer lírico en dicha lengua. Sin embargo, es en su vertiente religiosa donde el rey alcanza sus mayores logros: las 420 canciones que componen las Cantigas de Santa María, dedicadas a enaltecer los milagros de la Virgen, constituyen uno de los más preciados legados de musicalidad y variedad métricas. Referencias Biografías y Vidas - http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/alfonso_x.htm




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