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Arturo Borja Pérez

Arturo Borja Pérez, (n. Quito, 1892 - f. Ibídem, 13 de noviembre de 1912) fue un poeta ecuatoriano, perteneciente al movimiento llamado “La Generación Decapitada” y el primero del grupo en despuntar como modernista. Es muy escasa su obra artística pero suficiente para determinar la calidad de poeta: una corona de veinte composiciones forma el libro titulado La flauta de ónix, y seis poemas más; obras que fueron publicadas póstumamente. Se suicidó en la ciudad de Quito, el 13 de noviembre de 1912, contando apenas con 20 años de edad. Ofrenda de rosas (A Arturo Borja) Recuerdo que te hallé por mi camino como un Verlaine aún adolescente, ¡y daba el signo de un fatal destino tu alma de estirpe lírica y ardiente! Y ambos fraternizamos; que tus rosas para todas las almas entreabrías, ¡haciéndote en las horas humildosas dueño de todas las melancolías...! Quién volviera a tus ojos, en ofrenda, la vida humilde que suspira y canta, como el Rubí de manos de leyenda que antaño dijo a Lázaro: ¡Levanta! Evoco el sueño juvenil de un día que, en el Claustro del Arte bien sentido, matamos la viril hipocrecía, y laboramos lentos el gemido. Y ahora la luna de tu sistro agrestre, al visitar nuestro santurario frío, da su color de lágrima celeste en el cristal de tu crisol vacío... ¡Adiós, fuente de lánguido quebranto!, que volvías un Fénix mi rosal, ¡encantando las rosas sin encanto cuando el encanto huía con el mal! ¡Adiós, fuente de lágrimas cantoras que halagaron el viaje juvenil!; de la angustia de Abril refrescadoras como lluvias caídas en Abril... Duerme y reposa; que quizás es bueno sólo el sueño sin sueño en que caíste, ¡la flor de espino y el laurel de heleno entremezclados en tu frente triste! —Humberto Fierro Feliz tú, hermano mío (Al espíritu fraternal de Arturo Borja) Poeta, hermano mío, que como yo sufriste, el frío del vacío y la grandeza triste de saberte una nube en prisión de rocío; tu buen hermano en lira, en rosa, azul y luna que inspira la mentira de la verde laguna, sabe envidiar tu suerte porque tu suerte admira. Lloro tu vida breve por lo que dado hubieras, pero la leve nieve de tus quimeras en nube se transforma y desde lo alto llueve. Poeta, hermano mío, ya no estarás más triste, ni el frío del vacío sentirás que sentiste... Ya no eres una nube encerrada en rocío; después de que partiste tu lluvia se hizo un río que da savia a tu rosa y a tu bulbul alpiste... ¡Feliz tú, hermano mío! —Alejandro Sux

Sergio Marentes

Nace un día incierto de 1983 cerca a Bogotá por un extraño capricho de la amistad. Crece en la capital colombiana para, luego de descubrirlo, disfrutar de la niebla, la lluvia y la sombra de las nubes grises mientras camina. Desde niño lee con curiosidad, sin ningún tipo de lineamiento, los libros que encuentra a su paso y de ahí nace su gusto inconsciente por los diferentes estilos y la fijación por representarlo en cada uno de sus libros. A partir de la muerte de su padre, cuando tenía doce años, se enfrenta a la lucha de identidad hasta que decide empezar a escribir aforismos, sin saberlo, en papeles sueltos que, hasta hoy, permanecen ocultos, e ir conociendo punto tras punto a quién lleva adentro. A través de las frases cortas y pequeñas moralejas, tiempo con los viejos campesinos del pueblo de sus abuelos y un periodo de trabajo en la construcción de edificios, en donde compartió también con campesinos y viejos sabios que le trasmitieron sus tradiciones orales, llega a escribir versos para jamás salir de ellos. Intenta estudiar literatura después de un exilio voluntario en la selva del Amazonas pero pronto se aleja de la academia para leer nada más que por gusto. Luego pasa una temporada, también fructífera para la poesía, conduciendo un taxi en las noches. Luego se convierte en un oficinista que usa su tiempo alternativamente para trabajar con ingenieros y escribir. La mayoría de su obra es escrita en esta época. Desde su adolescencia escribe narrativa que todavía no publica en papel pero se puede encontrar en los sitios, medios literarios de Hispanoamérica, en los que publica en Internet. En la revista Literariedad, de Colombia, ha sido definido así: «Le gusta explotar todas las posibilidades que da la literatura y la heteronimia, al punto de no haber encontrado descanso al escribir como si quisiera encerrar en la palabra todas sus preocupaciones estéticas, y la de su memoria de espejos». Lleva una bitácora diaria en su blog unpoemamioaldia.wordpress.com, se burla del mundo y sus inventos en cinismopoetico.wordpress.com y desinforma sobre las noticias en lapoelitica.wordpress.com. Lleva los cuadernos «Retratos» (http://www.poetashispanos.net/sergiomarentes/), y «Palabras para salvar de la quietud»(https://branded.me/sergiomarentes/posts) en donde «Dibuja con palabras» y «Lleva notas al margen que lo salvan de la quietud» respectivamente. En sus palabras es un «Poeta de un poema escrito por alguien que no era poeta»; y «No se dedica sólo a la literatura para poder ser totalmente independiente»; y es un «Animal que lee lo que escribe». Ha sido incluido en diferentes antologías de poesía y micronarrativa de diferentes comunidades de Hispanoamérica. Publicaciones: Libros: (poesía) Un bicho cayendo con épica agonía. De un marzo los días todos. Leyes mudas de la mano alzada. Error binario del huevo de oro. Nuevos Cantos mañaneros, desafinados y mudos. Disentir de las paredes en blanco. (relatos) Los espejos están adentro. (Blogs) Un (casi) poema (malo) al día (desde 2014 - ...) Poéticas poco cínicas y muy insuficientes (desde 2015 - ...) Poelítica pública poco después de madurar (desde 2016 - …) Es director (D.T.) de la Revista Rostros Latinoamérica.

Nezahualcóyotl

Acolmiztli Nezahualcóyotl (1402 – 1472) (náhuatl: Nezahual.cóyō.tl 'coyote que ayuna') fue el monarca (tlatoani) de la ciudad-estado de Tetzcuco en el México antiguo. Nació el 28 de abril (según otras fuentes, el 4 de febrero) de 1402 en Texcoco (actualmente un municipio del Estado de México) en la actual República Mexicana y murió en 1472. Era hijo del sexto señor de los chichimecas, Ixtlilxóchitl, cuyo nombre significa 'flor oscura' (īxtlīl- 'oscuro, negro', xōchitl 'flor') señor de la ciudad de Texcoco, y de la princesa mexica Matlalcihuatzin, hija del tlatoani azteca Huitzilíhuitl, segundo señor de Tenochtitlan. Al nacer, le fue asignado el nombre de Acolmiztli (náhuatl: Acōlmiztli, 'felino fuerte')?, pero las tristes circunstancias que rodearon su adolescencia hicieron que se cambiara el nombre por el de Nezahualcóyotl que significa «coyote que ayuna o coyote hambriento», entendiéndose el ayuno como una forma de sacrificio.[cita requerida] A principios del siglo XV el mayor centro de poder en la cuenca de México era Azcapotzalco, capital de los tepanecas. El señorío tepaneca bajo Tezozómoc tenía tintes tiránicos, y después de un relativo fracaso militar, mediante una conspiración palaciega logró expulsar de Texcoco y eventualmente, dar muerte a Ixtlixóchitl, padre de Nezahualcóyotl. Tiempo después éste tuvo la oportunidad de participar en una alianza con los mexicas, que además de vengar la muerte de su padre, logró derruir el poder tepaneca. Una vez que recuperó el trono, Nezahualcóyotl gobernó Texcoco con valor y sabiduría. Asimismo, ganó reputación de sabio y obtuvo fama como poeta. Su amplia formación intelectual se traducía en una elevada sensibilidad estética y un gran amor por la naturaleza, que quedaron reflejados no sólo en la arquitectura de la ciudad, sino también en sus manifestaciones poéticas y filosóficas. Nezahualcóyotl llegó a construir un jardín botánico adornado con hermosas pozas de agua y acueductos en Tetzcotzingo, donde eran habituales las reuniones de poetas e intelectuales. Algunos historiadores han manifestado que aun cuando los acolhuas profesaban el politeísmo, él comenzó a desarrollar la idea de un dios único, al cual llama Tloquenahuaque. Varios de sus versos se encuentran actualmente plasmados en los muros del Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México Texcoco o la guerra chichimeca de rojes Desde su infancia y durante su adolescencia, Nezahualcóyotl recibió una educación muy completa correspondiente a su linaje. Estudió primero en el palacio con tutores designados por su padre, y más tarde en el calmecac, escuela de estudios superiores donde asistían los jóvenes de las clases privilegiadas y gobernantes. De esta forma aprendió la escritura; los ritos y tradiciones ancestrales de sus antepasados chichimecas-toltecas; la historia, las enseñanzas y las doctrinas heredadas por los mexicas y acolhuacanos venidos del norte y las artes de la guerra y la política, que lo prepararían para gobernar a su pueblo. Aunque Netzahualcóyotl era heredero nato del reino de Texcoco, no vivía como un príncipe rodeado de lujos y comodidades, pues en esos años su padre enfrentaba el asedio de los tepanecas de Azcapotzalco, cuyo belicoso rey, Tezozomoc, ya había conquistado Tenayuca y Culhuacán, y ambicionaba extender su imperio hacia la región norte del gran lago. La intención de Tezozomoc era asesinar al rey Ixtlilxóchitl y a toda su familia para poder apoderarse del trono de Texcoco. Para entonces, el reino texcocano se encontraba debilitado, no contaba con aliados comprometidos, ni tenía las suficientes armas ni el ejército necesario para sostener una guerra y repeler la invasión. En 1418, los tepanecas sitiaron la ciudad de Texcoco durante 30 días. Bajo la amenaza de muerte lanzada por Tezozomoc, el rey Ixtlilxóchitl de 54 años, errante y furtivo, tuvo que abandonar su palacio. Mientras las huestes de Tezozómoc rastreaban los alrededores de la ciudad para encontrar al rey y príncipe texcocanos, éstos se refugiaron en las cuevas de Cualhyacac y Tzinacanoztoc, rodeados de unos pocos leales. No pudiendo ocultarse allí por mucho tiempo, Ixtlilxóchitl ordenó a su hijo que se adentrara en el bosque, mientras él y unos pocos hombres trataban de detener sin éxito el avance de sus captores. Sin embargo, éstos anticiparon su ataque y lo sorprendieron en el bosque. El príncipe Nezahualcóyotl, oculto entre las ramas de un árbol, fue testigo de cómo su padre luchó hasta caer abatido por las lanzas tepanecas. Luego de presenciar el asesinato de su padre, Nezahualcóyotl, de apenas 16 años, logró escapar y huyó. Antes había pedido a sus partidarios que cesaran la resistencia y que, por el momento, se sometieran a la tiranía de Tezozomoc, mientras él buscaba el apoyo de otros pueblos y encontraba el modo de liberarlos. Una vez que Tezozomoc se apoderó completamente de la ciudad, ordenó la captura de Nezahualcóyotl y ofreció una recompensa para quien se lo entregara vivo o muerto; sabía que el legítimo príncipe heredero representaba un peligro pues intentaría liberar a su reino. A partir de entonces y durante los siguientes dos años, Nezahualcóyotl debió eludir el acoso y las asechanzas de sus perseguidores. Clandestinamente, recorrió varios poblados con el fin de conseguir aliados y mantenerse informado de los planes del rey usurpador. Un tiempo se mantuvo encubierto en Tlaxcala, donde pudo pasar inadvertido disfrazado de campesino. De ahí se trasladó a Chalco y se incorporó como soldado al ejército de los chalcas , pero fue descubierto y encerrado en una jaula. Toteotzintecuhtli, el soberano de esa ciudad, lo condenó a muerte para congraciarse con el tirano Tezozomoc. Sin embargo, Quetzalmacatzin, hermano del gobernante chalca, se compadeció de Nezahualcóyotl y lo ayudó a escapar, cambiando sus ropas y ocupando su lugar en la jaula. Nezahualcóyotl pudo salir de Chalco y regresar a Tlaxcala sin ser reconocido; mientras tanto, su protector fue ejecutado en su lugar, acusado de traición. Es hasta 1420 cuando concluye ese periodo errante, luego de que las tías de Nezahualcoyotl, hermanas de su madre y esposas de los gobernantes de Tenochtitlan y Tlatelolco, solicitaron al rey tepaneca el perdón para su joven sobrino. Tezozomoc consintió que Nezahualcoyotl viviera en Tenochtitlan, ciudad donde el príncipe sin trono fue afectuosamente recibido. Durante los siguientes ocho años, gracias a la hospitalidad de su familia materna, Netzahualcoyotl pudo continuar con su educación y adiestramiento militar, lo cual le permitió convertirse rápidamente en un guerrero; de igual modo cultivó su vocación por las artes y las ciencias. En esos años, Tezozomoc le otorgó un palacio en Texcoco y le autorizó a viajar entre las dos ciudades. Sin embargo, Nezahualcóyotl no había olvidado los sucesos que provocaron su exilio. Decidido a recuperar su trono, planeaba la estrategia para cumplir su objetivo. Para entonces, el viejo Tezozomoc, debilitado y gravemente enfermo, sospechaba de las intenciones de Nezahualcóyotl y, casi al borde de la muerte, encomendó a sus tres hijos Maxtla, Teyatzin y Tlatoca Tlitzpaltzin asesinar al príncipe destronado. Netzahualcoyotl, al tanto de los planes de sus enemigos, se refugió en Tenochtitlan bajo la protección de su tío, el rey Chimalpopoca. Un año después sobrevino la muerte de Tezozomoc, y Maxtla ocupó su lugar como soberano de Azcapotzalco. Aunque conocía el propósito de asesinarlo, Nezahualcoyotl asistió al funeral del patriarca tepaneca. El heredero de Tezozomoc no estaba dispuesto a ceder el trono de Texcoco a Nezahualcóyotl, y decidió hacer prisionero a Chimalpopoca como represalia contra este por haber ayudado a su enemigo; al mismo tiempo, envió a un grupo de mercenarios para buscar y ejecutar al temerario príncipe. Netzahualcóyotl, desafiando el peligro, llegó a Azcapotzalco para interceder por la libertad de Chimalpopoca. Maxtla fingió ser benevolente, pero trató de asesinarlo a traición. Netzahualcóyotl consiguió salir ileso y escapó hacia Texcoco. Entonces Maxtla preparó una nueva trampa para eliminarlo. Convenció a Yancuiltzin, hijo natural del padre de Nezahualcóyotl, para que invitara a su medio hermano a un banquete y una vez que estuviera solo en su casa lo matara. Sin embargo, Nezahualcóyotl es advertido del siniestro plan por un amigo y, para librarse de la muerte, dispuso que un labriego se hiciera pasar por él para asistir al banquete de Yancuiltzin. Allí, el supuesto Nezahualcóyotl es decapitado y su cabeza fue entregada como trofeo a Maxtla, quien creía que al fin había acabado con el invencible príncipe. Sin embargo, no tardó en enterarse de que Nezahualcóyotl aún estaba vivo. Enfurecido, Maxtla dio órdenes a sus principales capitanes para que se dirigieran a Texcoco en busca de Nezahualcóyotl y lo aniquilaran sin piedad. De nuevo, el príncipe texcocano tuvo que huir de una feroz persecución. En múltiples ocasiones logró salir indemne de las emboscadas ordenadas por Maxtla. Éste, al no poder dar alcance a su escurridizo oponente, descargó su venganza contra Chimalpopoca y alevosamente lo asesinó, lo cual daría un drástico giro en favor de Nezahualcóyotl, pues los mexicas, indignados, decidieron romper su alianza con Azcapotzalco y nombraron a Izcóatl como su nuevo rey. Esto acarreó que Tenochtitlan fuera sitiada por Maxtla. Entre tanto, con gran habilidad diplomática, Netzahualcóyotl consiguió atraerse los favores de otras ciudades descontentas con la tiranía tepaneca y organizó un frente común, cuyo peso principal recayó en los tlaxcaltecas y los huejotzincas. El formidable ejército aliado alcanzó victorias en Otumba y Acolman antes de tomar Texcoco en 1429. En seguida Netzahualcóyotl dedicó sus esfuerzos a liberar México y Tlatelolco. En una cruenta batalla, destruyó Azcapotzalco después de un sitio de ciento catorce días. Maxtla murió a manos de Nezahualcóyotl, quien, dispuesto a inaugurar una época de esplendor en el Valle de México, consiguió sellar un pacto confederal con Itzcóatl, de Tenochtitlan y Totoquiyauhtzin, señor de Tlacopan, pacto conocido como la Ēxcān Tlahtolōyān. Cuando en 1472 falleció Netzahualcóyotl, subió al trono su hijo Nezahualpilli, quien gobernó la ciudad hasta el año 1516, continuando la política expansiva emprendida por su antecesor. Hitos de su gobierno El gobierno de Nezahualcóyotl no sólo representó un modelo de gobierno y administración, el rey también emprendió extraordinarios proyectos de construcción y arquitectura en Texcoco y Tenochtitlan. Tuvo especial interés por las obras de servicio y ornato, por lo que edificó presas, acueductos, palacios, templos, monumentos, calzadas y jardines. Gracias a su visión estética, buscó armonizar los requerimientos de los sistemas urbanos con las condiciones naturales del medio ambiente. Además de dirigir la urbanización de su reino, hizo edificar más de cuatrocientas casas y palacetes para los señores y caballeros de su corte, cada uno de acuerdo con el rango y los méritos de su habitante. Entre las grandes obras realizadas por Nezahualcóyotl se encuentra el Templo Mayor de Texcoco que estaba dedicado a Huitzilopochtli y a Tláloc, a cuya terraza superior se ascendía a través de 160 escalones. Motivado por su amor por la naturaleza, en los bosques de Tezcutzingo y Chapultepec, sus lugares de recreación preferidos, preservó los manantiales y los árboles, condujo el agua por los montes, introdujo el riego, talló estanques y albercas en las formaciones rocosas, plantó flores, propagó variadas especies animales y ordenó la construcción de un zoológico y un jardín botánico. Asimismo destacan los famosos jardines de su soberbio palacio, así como el portentoso acueducto erigido en el bosque de Chapultepec para abastecer de agua potable a Tenochtitlan. Pero lo que es más extraordinario, a solicitud de su homólogo y aliado Moctezuma I el grande, también concibió y realizó un dique de piedra y madera (que los españoles llamaron "el gran albarradón") que sirvió como defensa contra las inundaciones que afectaban a esa ciudad, y que además impedía que se mezclaran el agua salada y el agua dulce del gran lago. Homenajes * Para honrar la memoria de este ilustre monarca prehispánico, se le ha dedicado una fuente en el Castillo de Chapultepec, diseñada por el artista Luis Ortiz Monasterio, Igualmente la obra de Federico Cantú en la Universidad Autónoma de Nuevo León, además de bautizar con su nombre un municipio y una ciudad del Estado de México. * Igualmente, en la Universidad Nacional Autónoma de México se erigió la Sala Nezahualcóyotl con su nombre. * En la ciudad española de Cáceres existe una estatua en su honor. * Su imagen aparece en los billetes de 100 pesos mexicanos, acompañado de uno de sus poemas más conocidos. * En el año 2005 su nombre fue inscrito con letras de oro en el muro de honor de la Cámara de Diputados del Congreso Mexicano. * En el municipio Texcoco, su lugar natal, se le construyo un monumento, así como también unas escuelas. * En el acto para conmemorar el Día Internacional de la Lengua Materna, efectuado el 21 de febrero del 2013 en el Museo Nacional de Arte, la Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a cargo de Miriam Morales Sanhueza, presentó la aplicación gratuita para iPad dedicada a la obra poética de Nezahualcóyotl: incluye 38 poemas que pueden leerse en náhuatl y en español. También se incluyó un facsímil digital de las primeras transcripciones conservadas de los cantos prehispánicos de Nezahuacóyotl y un cómic sobre su vida. La aplicación incluye una sección de multimadia con entrevistas a Miguel León-Portilla y a Patrick Johansson. Billetes Este personaje histórico aparece en el billete mexicano con denominación de 100 pesos; en el anverso del billete se encuentra su rostro, y con letra muy muy pequeña, un poema suyo, que dice: «Amo el canto del zenzontle, pájaro de las cuatrocientas voces. Amo el color del jade, y el enervante perfume de las flores, pero lo que más amo es a mi hermano, el hombre.» Cabeza de Coyote Como parte de los festejos del 45 aniversario de la creación del Municipio, el alcalde perredista Víctor Bautista López, en compañía de alcaldes, diputados, artistas y población en general inauguraron la obra que también fungirá como Centro de exposiciones. El edil manifestó que esta edificación dará orgullo e identidad al municipio, pues es una de las obras más grandes no sólo del estado de México sino del país y de América Latina. Señaló que la escultura se localiza en la glorieta que forman las avenidas Adolfo López Mateos y Pantitán, puede apreciarse desde más de dos kilómetros a la redonda y desde el aeropuerto Internacional de la ciudad de México. Refirió que la obra tiene una superficie de 366 metros cuadrados y un basamento interior de 21 metros. La construcción se inició en el 2005 con una inversión de dos millones de pesos y estaba proyectada para concluirse en un año. Por falta de recursos los trabajos se retrasaron dos años y para terminarla se buscó el financiamiento de aportaciones privadas y de los ciudadanos, a través de la compra de réplicas de la "Cabeza de Coyote". El escultor Sebastián no asistió a la inauguración y en su representación acudió su esposa Gabriela Hernández, quien dijo que el artista participa en España en una exposición sobre El Quijote y además va a recibir un reconocimiento de manos del rey Juan Carlos. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Nezahualc%C3%B3yotl

Andrés Bello

Andrés de Jesús María y José Bello López (Caracas, 29 de noviembre de 1781 - Santiago, 15 de octubre de 1865) fue un filósofo, poeta, traductor, filólogo, ensayista, educador, político y jurista venezolano de la época pre-republicana de la Capitanía General de Venezuela. Considerado como uno de los humanistas más importantes de América, contribuyó en innumerables campos del conocimiento. De una profunda educación autodidacta, nació en la ciudad de Caracas, en la entonces Capitanía General de Venezuela, donde vivió hasta 1810. Fue maestro del Libertador Simón Bolívar y participó en el proceso que llevaría a la independencia de Venezuela. Como parte del bando revolucionario, integró la primera misión diplomática a Londres conjuntamente con Luis López Méndez y Simón Bolívar, lugar donde residiría por casi veinte años. En 1829 embarca junto a su familia hacia Chile, donde es contratado por su gobierno, desarrollando grandes obras en el campo del derecho y las humanidades. Como reconocimiento a su mérito humanístico, el Congreso Nacional de Chile le otorgó la nacionalidad por gracia en 1832. En Santiago alcanzaría a desempeñar cargos como senador y profesor, además de dirigir diversos periódicos del lugar. En su desempeño como legislador sería el principal impulsor y redactor del Código Civil, una de las obras jurídicas americanas más novedosas e influyentes de su época. Bajo su inspiración y con su decisivo apoyo, en 1842 se crea la Universidad de Chile, institución de la que se convertirá en su primer rector por más de dos décadas. Entre sus principales obras, se cuenta su Gramática del idioma castellano (Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos y los esclavos españoles), los Principios del derecho de gentes, la poesía Silva a la agricultura de la zona tórrida y el Resumen de la Historia de Venezuela Caracas (1781-1810) Él fue el hijo primogénito de don Bartolomé de Bello y Bello, abogado y fiscal (1758-1804) y de doña Ana Antonia López y Delgado. En su Caracas natal, el joven Andrés cursó las primeras letras en la academia de Ramón Vanlonsten. Leyó los clásicos del siglo de oro, y desde muy joven frecuentaba el Convento de Las Mercedes, donde aprende latín de manos del padre Cristóbal de Quesada. A la muerte de éste (1796) Bello traduce el libro V de la Eneida. En 1797 comienza estudios en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, graduándose de Bachiller en Artes el 14 de junio de 1800. Ese mismo año, antes de graduarse, recibe en Caracas al naturalista alemán Alexander von Humboldt y a su compañero, Aimé Bonpland, y los acompaña a subir y explorar el Cerro Ávila. En su ciudad natal realiza también estudios inacabados de derecho y medicina, aprende por su propia cuenta inglés y francés, y da clases particulares, contándose el joven Simón Bolívar entre sus alumnos. Sus traducciones y adaptaciones de textos clásicos le proporcionan prestigio, y en 1802 gana por concurso el rango de Oficial Segundo de Secretaría del gobierno colonial. Durante el período entre 1802 y 1810 Bello se convierte en una de las personas intelectualmente más influyentes en la sociedad de Caracas, destacándose al desempeñar labores políticas para la administración colonial, además de ganar notoriedad como poeta, al traducir la tragedia de Voltaire, Zulima. Al llegar la primera imprenta a Caracas en 1808, la gran notoriedad de Bello lo hace el candidato ideal para asumir la dirección de la recién creada Gaceta de Caracas, una de las primeras publicaciones venezolanas. Los sucesos revolucionarios del 19 de abril de 1810 dan inicio a la independencia de Venezuela. En ellos participa el joven Bello, y la Junta enseguida lo nombra Oficial Primero de la Secretaría de Relaciones Exteriores. El 10 de junio de ese año, zarpa de las costas de su patria para ejecutar una delicada misión diplomática como representante de la naciente República: es comisionado junto con Simón Bolívar y Luis López Méndez para lograr el apoyo británico a la causa de la independencia. Bello es escogido por sus amplios conocimientos y su dominio de la lengua inglesa, que había adquirido de forma autodidacta. Sale destino a Londres en la corbeta Wellington, que puso a disposición de la Junta Suprema de Caracas el almirante Thomas Cochrane. Londres (1810-1829) La corbeta en la cual viajaba la comisión llegó al puerto de Portsmouth el 10 de julio de 1810, lugar desde el que se dirigieron hacia Londres con el fin de establecer contactos con miembros de las altas esferas británicas. La misión encomendada a Bello, Bolívar y López encuentra graves problemas para desarrollar su labor, puesto que la situación política había cambiado el eje de los intereses ingleses respecto de América. Por un lado, la invasión napoleónica a España había acercado al Reino Unido con su tradicional enemigo, frente al peligro común que consistía Napoleón Bonaparte. Esto significó para el gobierno de Londres tener que ayudar a la causa hispana, otorgándole créditos y ayuda a la Junta Suprema Central que gobernaba en nombre del "cautivo" Fernando VII. Sin perjuicio de aquello, y utilizando un doble discurso, Londres toleraba la propaganda independentista americana en su territorio, en especial la realizada por el también venezolano Francisco de Miranda, al mismo tiempo que le otorgaba a los americanos la calificación de beligerantes. Los intereses británicos con la independencia de las colonias españolas de América no iban más allá. Con esos antecedentes, la delegación venezolana fue recibida por el canciller británico Richard Wellesley, hermano del duque de Wellington, en cinco entrevistas no oficiales realizadas en su domicilio particular. La postura británica fue clara y desde el principio dieron a entender que en esos momentos, el apoyo político a la causa de la independencia era imposible y trataron de desviar las negociaciones hacia acuerdos comerciales más acordes con los intereses británicos, en un intento además de presionar a España para que les dejase comerciar libremente con sus colonias. Otra de las razones para permitir el recibimiento informal de la embajada venezolana, era el de evitar que los mismos tuvieran que recurrir a la ayuda francesa, pese al escaso interés mostrado por Bonaparte por la región. El fracaso de la misión provoca el regreso de Bolívar al Nuevo Mundo, con el fin de sumarse a la guerra que arreciaba entonces en el continente. Bello y López quedan entonces a cargo de la embajada, empezando a vivir diversas penurias económicas ante el cada vez más escaso aporte realizado por el gobierno de la naciente república. En esta época Bello empieza a desenvolverse dentro de la sociedad londinense, trabando una breve pero influyente amistad durante el escaso tiempo que confluyeron en dicha ciudad con Francisco de Miranda. Pese a conocerse desde la época en que ambos residían en Caracas, Miranda, en su rol de líder de la causa independentista americana en Europa, aprovechó los amplios conocimientos de Bello para sumar a distintos actores a la causa. Miranda en aquella época residía bajo el amparo británico en Londres, con el fin de escapar de la constante persecución española, quien lo había convertido en uno de sus principales enemigos. Bolívar, López y Bello fueron recibidos por Miranda en su casa de Grafton Street, a donde concurrieron reiteradamente con el fin de acceder a las esferas de influencia que Miranda había desarrollado. Después de la partida de Bolívar, Bello es acogido por un tiempo en casa de Miranda, en donde es iniciado en la masonería, en una nueva logia llamada Nº 7 de Caballeros Racionales, de la cual fueron sus fundadores Carlos de Alvear, José de San Martín y Matías Zapiola, mientras que López Méndez ejercía de venerable y Bello de secretario. Otro de los personajes que ejercería una amplia influencia sería su amigo José María Blanco White, protegido de Lord Holland. Sería este último bajo instancias de Blanco, quien le proporcionaría cierta estabilidad a Bello al contratarlo como su bibliotecario y profesor particular. Junto con éste se desempeña en el periódico El Español, que no abogaba por una independencia total de España. En tal medio se desempeñó como redactor, y en su calidad de tal tomó contacto con personajes como Francisco Antonio Pinto, futuro presidente de Chile, Antonio José de Irisarri, encargado de negocios de Chile y quien impulsaría su viaje a Santiago, Servando Teresa de Mier, con quien colaboraría en El Español, James Mill, economista y político escocés y padre de John Stuart Mill, Jeremy Bentham, filósofo inglés, padre del utilitarismo, Vicente Salvá, filólogo español, Bartolomé José Gallardo y Antonio Puigblanch, entre otros. Pese a la ayuda recibida por Blanco White, la situación económica de Bello se hace cada vez más precaria. En 1812 manifiesta su intención de regresar a Venezuela, pese a lo cual un gran terremoto que asola Caracas el 26 de marzo de 1812 no permite que su familia pueda ayudarlo, dada la pérdida de buena parte del patrimonio familiar. Para agravar más la situación, la derrota patriota y la caída de la Primera República, significa el fin de todo apoyo económico desde América y el encarcelamiento de su amigo Francisco de Miranda. Ante tales descalabros, Andrés Bello presenta una solicitud de amnistía que tentativamente habían anunciado el gobierno español ante el fracaso momentáneo de la independencia americana. Tal solicitud aparece presentada en la embajada española en Londres, fechada el 31 de junio de 1813, un curioso error en un eficiente y minucioso funcionario público. En una parte de aquella petición Bello expresa: El suplicante puede alegar también en su favor la notoria moderación de sus opiniones y conducta, que aun llegaron a hacerle mirar como desafecto de la causa de la Revolución; y cita en su abono el testimonio de cuantas personas le hayan conocido en Caracas, de las cuales no será difícil se encuentren muchas en Cádiz La petición de Bello no tuvo ningún resultado. Al año siguiente traba relación por medio de El Español con el sacerdote Servando Teresa de Mier, destacado revolucionario mexicano quien publicaría varios textos en defensa de la causa americana. Además se relaciona con Francisco Antonio Pinto, quien en esos momentos se desempeñaba como agregado comercial en la capital británica. Éste le da a conocer a Bello que los patriotas chilenos se han inspirado en el poema épico de La Araucana de Alonso de Ercilla para su causa. Pinto, quien anteriormente se desempeñaba como agente comercial, había sido comisionado por el gobierno de Chile como su agente, primero en Buenos Aires y después en Londres. En este lugar se enfrenta al igual que Bello con la caída del gobierno patriota tras la derrota de Rancagua, que lo sume en una gran pobreza. Pese a encontrarse en una situación similar, Bello ayuda en todo lo posible junto a Manuel de Sarratea al infortunado diplomático. Así traban los dos una profunda amistad, siendo Pinto uno de los escasos miembros de su círculo cercano. De regreso a Chile, Pinto tomaría parte en las victorias patriotas en Chacabuco y Maipú, formado parte de la cúpula política del país. En 1827, ante la renuncia del capitán general Ramón Freire a la primera magistratura, Pinto es elegido como Presidente de Chile. Durante su breve ejercicio del cargo, en vísperas de la guerra civil y la derrota liberal en Lircay, en uno de sus últimos decretos nombra a Bello como oficial segundo del Ministerio de Hacienda de Chile. Sus penurias económicas no menguan con su matrimonio con la joven inglesa de 20 años Mary Ann Boyland, con la que se casa en mayo de 1814. De esta unión nacerían sus primeros tres hijos Carlos (1815), Francisco (1817) y Juan Pablo Antonio (1820). Su vida familiar se ve constantemente afectada por la falta de sustento, los cuales intenta mejorar solicitando un empleo al gobierno de Cundinamarca en 1815, y al de las Provincias Unidas del Río de la Plata al año siguiente. En este último caso, el trabajo fue concedido a Bello, pero por razones poco claras nunca lo asumió en propiedad. Sus situación alcanza en 1816 a mejorar un poco al recibir alguna ayuda por parte del gobierno británico, con lo que puede realizar algunas investigaciones en la biblioteca del Museo Británico. En este lugar se encuentra trabajando, cuando Thomas Bruce, conde de Elgin, presenta los mármoles del Partenón, en 1819. Al año siguiente colabora con James Mill en la transcripción en limpio de los manuscritos de Jeremy Bentham. Su esposa se ve afectada por la tuberculosis, enfermedad de la que fallece el 9 de mayo de 1821, seguida por su hijo Juan Pablo en diciembre de aquel año, siendo el primero de nueve de sus hijos que viera morir en vida. En esta época trabaría también amistad con el granadino Juan García del Río, y más importante aún para su futuro, conoce en 1819 a Antonio José de Irisarri, quien se había desempeñado como director supremo interino de Chile en 1814, y después de la independencia de Chile como canciller de la nueva República. Ese mismo año escribe a Irisarri solicitándole explícitamente ayuda, con el fin de ser contratado en la legación chilena en Londres. La respuesta positiva se demora, pese a los intentos del embajador en acelerarlos. Tal designación demora más de seis meses, logrando Bello finalmente ser designado para un empleo estable, como secretario de la legación en junio de 1822. Durante su desempeño como secretario, Bello sigue las instrucciones de Irisarri, a quién se le encomienda lograr el reconocimiento de Chile por Francia y el Reino Unido, además de conseguir un empréstito para la naciente república. El encargado Irisarri responde a órdenes directas del director supremo Bernardo O'Higgins, quien se desempeña en el mando hasta su forzada abdicación el 28 de enero de 1823. Irisarri se ve entonces interpelado por un nuevo delegado del gobierno, Mariano Egaña, quien mantenía una antigua disputa con Irisarri. Bello se ve envuelto en medio de un desagradable conflicto, en el cual se enfrenta con el titular del cargo y su superior directo (Egaña), al mismo tiempo que debe un gran aprecio a su antiguo jefe (Irisarri). Sin embargo, las suspicacias y temores iniciales de Egaña se disipan en el tiempo, al descubrir en Bello una mente brillante. No escatima entonces elogios para hablar de quien se convertiría en uno de sus grandes amigos, haciendo presente en una recomendación enviada en 1826, cuando Bello ya no se desempeñaba en la legación, con el fin de favorecer su contratación por parte del gobierno de Chile. Dice Mariano Egaña en su informe: La feliz circunstancia de que existan en Santiago mismo personas que han tratado a Bello en Europa, me releva en gran parte de la necesidad de hacer el elogio de este literato: básteme decir que no se presentaría fácilmente una persona tan a propósito para llenar aquella plaza. Educación escogida y clásica, profundos conocimientos en literatura, posesión completa de lenguas principales, antiguas y modernas, práctica en la diplomacia, y un buen carácter, a que da bastante realce la modestia, le constituyen, no sólo de desempeñar muy satisfactoriamente el cargo de oficial mayor, si no que su mérito justificaría la preferencia que le diese el gobierno respecto de otros que solicitasen igual destino Durante esta época Bello realiza buena parte de su trabajo como escritor y poeta, dirigiendo y redactando en gran medida el El Censor Americano (1820), La Biblioteca Americana (1823) y siendo el director de El Repertorio Americano (1826). Todas estas obras constituyen por muchos la más grande manifestación europea del pensamiento americano, en la cual se publican diversas y variadas obras sobre ciencias eruditas, filología, estudios de críticas y análisis. En ellas se publican dos de los grandes poemas de Bello, la Alocución a la poesía de 1823, y la Agricultura en la zona tórrida de 1826. Se desempeña en la legación chilena hasta 1825, cuando termina su contrato. En ese mismo año pasa a desempeñar labores iguales en la embajada de la Gran Colombia, en las cuales sufre una gran decepción al no ser designado titular del cargo que ha quedado vacante por parte de Bolívar. En su intercambio epistolar Bello manifiesta su decepción por lo sucedido, manifestando su deseo de abandonar de manera definitiva Europa. En 1828, y ante reiteradas solicitudes de Egaña, el gobierno de Chile contrata a Bello para un puesto en el Ministerio de Hacienda, abandonado definitivamente el Reino Unido el 14 de febrero de 1829. Santiago (1829-1865) Andrés Bello llega a Chile en 1829, junto con su esposa Isabel Dunn, con quien había contraído matrimonio el 24 de febrero de 1824. Su designación titular es de Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda, Académico del Instituto Nacional, y fue el fundador del Colegio de Santiago, rival del Liceo de Chile creado por José Joaquín de Mora. Tuvo una importante participación en la actividad literaria y cultural en el llamado Movimiento Literario de 1842. En ese mismo año con la fundación de la nueva Universidad de Chile se le otorga el título de primer rector. Participa en la edición del diario El Araucano entre 1840 a 1860, siendo el medio cultural de referencia casi obligatoria en aquella época. Participa en el debate y polémica sobre el carácter de la educación pública junto con Domingo Faustino Sarmiento. En estos años, durante su estadía en Chile, publíca sus principales obras sobre gramática y derecho, recibiendo distintos reconocimientos por tal labor, siendo el más importante el recibido en 1851 al ser nombrado miembro honorario de la Real Academia Española. El Congreso Nacional le otorgó unánimemente la nacionalidad chilena por gracia el 17 de octubre de 1832. Sin embargo, este acuerdo no fue publicado en el diario oficial de la época, El Araucano. Posteriormente, en la edición del 7 de diciembre de 1832 de ese periódico se publicó un “aviso oficial” que señaló: “Se han dado cartas de naturaleza á favor de don Benito Fernandez Maqueira, de don Carlos Eduardo Mitchall, de don Victorino Garrido, de don Andres Bello y de don Tomas Ovejero”. En consecuencia, Andrés Bello no recibió la nacionalidad por gracia sino que él la solicitó conforme al reglamento sobre la materia publicado el 9 de noviembre de 1832, tal como cualquier otro extranjero. Andrés Bello se desempeñó como senador por la ciudad de Santiago entre los años 1837 y 1864. Fue el principal y casi exclusivo redactor del Código Civil chileno entre 1840 a 1855, considerado una de las obras más originales de la legislación americana. Entre su obra literaria, destaca su traducción libre de la "Oración por todos" de Víctor Hugo, considerada por muchos la mejor poesía chilena del siglo XIX. Impulsor de la Universidad de Chile, fue designado su primer rector, desempeñando el cargo hasta su muerte. Falleció en la ciudad de Santiago, el día 15 de octubre de 1865 y fue enterrado en el Cementerio General de dicha ciudad. Reconocimientos * Cenotafio en honor a Andrés Bello en el Panteón Nacional de Caracas, Venezuela. * En 1832, el congreso chileno le otorga la nacionalidad de ese país por gracia. * En 1883, una ciudad colombiana adoptó su apellido (la ciudad de Bello, en Antioquia); por solicitud de sus pobladores, quienes consideraban el nombre de Bello “Más culto, más propio y más digno del gran patriarca de las letras americanas”. * En 1927, Chile instituyó el Día del Libro, a celebrarse en el aniversario de su nacimiento. * En 1953 se fundó en Caracas la Universidad Católica Andrés Bello, una de las instituciones privadas más importantes de Venezuela. * El 15 de octubre de 1965, el Congreso venezolano crea la condecoración de la Orden Andrés Bello, con la que se premia a personajes destacados en el ámbito de la educación, la investigación científica, las letras y las artes. * En 1970 entra en vigor el Convenio Andrés Bello, organización internacional para la integración educativa, artística y científica entre los países de Iberoamérica. * El 29 de noviembre de 1981, en el bicentenario de su nacimiento, se inaugura un cenotafio en su honor en el Panteón Nacional de Caracas, por ser uno de los intelectuales caraqueños más destacados y por sus esfuerzos como diplomático a la causa de la independencia de Venezuela. * En 1988, una universidad privada de Chile adopta su nombre, la actual Universidad Nacional Andrés Bello. * Asimismo entre 1959 y 1999, una radio también acuñaba su nombre, aunque hoy es sustituida por FM2, de Iberoamericana Radio Chile. * A finales del siglo XX, se le representaba primero en el billete de 50 y luego en el de 2000 bolívares de Venezuela y en los billetes de 20.000 pesos de Chile. Obras * Obras completas de don Andrés Bello, Santiago de Chile: tomos I-XIII, Imp. de Pedro G. Ramírez, 1881-1890; tomos XIV-XV, Imprenta Cervantes, 1891-1893; (1881-1893), 15 vols. Los volúmenes III y V a XI llevan introducciones de Miguel Luis Amunátegui; los volúmenes del XII al XV de Miguel Luis Amunátegui Reyes. * I. Filosofía del entendimiento. Lógica. * II. Poema del Cid. * III. Poesías. * IV. Gramática de la lengua castellana * V. Opúsculos gramaticales. * VI-VIII. Opúsculos literarios y críticos. * IX. Opúsculos jurídicos. * X. Derecho internacional. * XI. Proyecto de código civil. * XII. Proyecto de código civil (1853) * XIII. Proyecto inédito de código civil. * XIV. Opúsculos científicos. * XV. Miscelánea * Obras completas, Caracas: Fundación La Casa de Bello, 1981-1986, 26 vols. Poemas * El romance a un samán, (Caracas) * A un Artista, (Caracas) * Oda al Anauco, 1800. * Oda a la vacuna, 1804. * Tirsis habitador del Tajo umbrío (1805) * Los sonetos a la victoria de Bailén (1808) * A la nave (imitación de Horacio) (1808) * Alocución a la Poesía, Londres, 1823. * Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida, Londres, 1826. * El incendio de la Compañía (canto elegíaco), Santiago de Chile, Imprenta del Estado, 1841. Obra jurídica * Principios de derecho de gentes, Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión, 1832; tuvo una segunda ed. corregida y aumentada, destinada al uso de los americanos, con el título Principios de Derecho Internacional, Valparaíso, Imprenta de El Mercurio, 1844. * Compendio (Santiago de Chile, 1850). * Proyecto de Código Civil Santiago de Chile, Imprenta Chilena, 1853, 4 vols. * Código Civil de la República de Chile. Santiago de Chile, Imprenta Nacional, 1856. * Código Civil Colombiano. Bogotá, 1887. 6 * Crítica literaria[editar] * Opúsculos literarios y críticos, publicados en diversos periódicos desde el año 1834 hasta 1849, Santiago de Chile: B.I.M. Editores, 1850. * Compendio de la historia de la literatura; por don Andrés Bello redactado para la enseñanza del Instituto Nacional, Santiago de Chile, Imprenta Chilena, 1850. * Historia de la literatura antigua * Arte de escribir con propiedad, compuesto por el Abate Condillac, traducido del francés y arreglado a la lengua castellana, Caracas, Tomás Antero, 1824. * El Otro Bello * Crítica a Homero * Crítica a Ovidio * Crítica a Horacio. Filosofía * La sociología de lo bello * Filosofía del entendimiento, manuscrito. Hay ediciones modernas: Filosofía del entendimiento y otros escritos filosóficos, prólogo de Juan David García Bacca y Filosofía del entendimiento, (introducción de José Gaos), México: FCE, 1948. *También en el tomo I de Obras completas de don Andrés Bello, Santiago de Chile, Imp. de Pedro G. Ramírez, 1881. * Filosofía Moral (Psicología mental y ética). * Lójica. Teatro * Venezuela Consolada (1805), drama. Historia y Geografía * Cosmografía o descripción del universo conforme a los últimos descubrimientos, Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión, 1848. * Resumen de la Historia de Venezuela (Caracas, 1810) * Tratado de Cartología Métrica. * Lingüística, Gramática y Retórica[editar] * Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos, Santiago de Chile, Imprenta del Progreso, 1847. * Gramática de la lengua latina, Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión, 1838. * Análisis ideológica de los tiempos de la conjugación castellana, Valparaíso, Imprenta de M. Rivadeneyra, 1841. * Principios de la ortología y métrica de la lengua castellana, Santiago de Chile, Imprenta de La Opinión, 1835. * Estudio sobre el Poema del Cid (1816) * Estudio sobre la Crónica de Turpín (1816) * Esbozo de la Gramática Castellana * Estudio de la raíz de todas las ciencias relativas al lenguaje. Traducciones * Mateo Boyardo, Orlando Enamorado, 1862. * Víctor Hugo, Oración por todos, 1843. * Alejandro Dumas, Teresa; drama en prosa y en cinco actos, por Alejandro Dumas, traducido al castellano y arreglado por don Andrés Bello; representado por primera vez en Santiago, en noviembre de 1839, Santiago de Chile, Imprenta del Siglo (Galería Dramática Chilena; Colección de Piezas Originales y Traducidas en el País), 1846. * Arte de escribir con propiedad, compuesto por el Abate Condillac, traducido del francés y arreglado a la lengua castellana, Caracas, Tomás Antero, 1824. Varios * Mis deseos, (Caracas) * Venezuela consolada y España restaurada, (Caracas) * Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año de 1810, con superior permiso, Caracas, Imprenta de Gallagher y Lamb, 1810; hay ed. facsimilar en Pedro Grases, El primer libro impreso en Venezuela, Caracas, Ediciones del Ministerio de Educación, Dirección de Cultura y Bellas Artes, 1952. * Discurso de inauguración de D. Andrés Bello, rector, Santiago de Chile, Imprenta del Estado, 1842 [sic: 1843]. Referencias Wikipedia - https://es.wikipedia.org/wiki/Andrés_Bello

Madusa

- AUTOBIOGRAFIA - Nací al suroccidente del departamento del Huila en Colombia, en San Sebastián de la Plata, en el hogar conformado por Euclides Dussán Dussán y Lulú García de Dussán. Tiempo después la familia se trasladó en busca de nuevos horizontes a la capital del Valle del Cauca (Cali) y es allí donde se desarrolla buena parte de mi adolescencia. Realice mis estudios primarios en el colegio de las hermanas Vicentinas (Cali) y la educación superior con las Hermanas Salesianas en Neiva, a donde nos regresamos después de muchos años. Fue una época bonita con una madre dedicada y piadosa y un padre trabajador, consentidor y amoroso que marco mi camino y el de mis seis hermanos; siendo muy joven un mortal cáncer pulmonar lo separo de nosotros pero su puesto frente al timón del buque lo ocupo por siempre esa luchadora y consagrada mamá. Finalizando el año 1977, me casé con Víctor Manuel Salgado Aramendez, con quien concebimos a Víctor Manuel Jr, María Catalina y Diana Lorena, ya con sus vidas realizadas en el campo profesional me hicieron abuela de seis hermosas criaturas que son mi dilección. Observadora de detalles, soñadora sentimental, llorona de nacimiento, una mañana de diciembre encontré una página en blanco y decidí que aquello que soñaba lo podía plasmar; y es el 29 de septiembre de 2009, un día antes de mi cumpleaños que recibí un correo electrónico de una persona conocida para que visitara un hermoso blog que se llamaba “Alma y Letras”. Mi dos primeras publicaciones “SECUNDANDO EL SILENCIO”, seguida de “LAS DOS” son prosas poética en las que libremente se desliza mi sensibilidad en el diario vivir frente a la naturaleza, cambiando de carácter para enfrentar con rebeldía el necio mundo que me rodea. El “MAR DE LAS 9 MUSAS” en el que inicie el 22 jun 2011, me otorgo varios reconocimientos y me fueron subidas varias poesías como lectura recomendada. Hoy hago parte de dos distinguidos foros. “EL RINCON DEL POETA” y “POESIA A MEDIA NOCHE”, dirigidos ambos por un staff de ilustres maestros en lírica de habla hispana.

José Antonio Ramos Sucre

José Antonio Ramos Sucre poeta, educador y diplomático venezolano. Considerado uno de los más destacados escritores e intelectuales de la historia literaria del país. Primeros años Nace en Cumaná Edo. Sucre el 9 de junio de 1890. Hijo de Jerónimo Ramos Martínez y de Rita Sucre Mora, sobrina del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Aprende sus primeras letras en Cumaná en la escuela Don Jacinto Alarcón. En 1900 es enviado a Carúpano para ser educado por su padrino y tio paterno, el historiador y letrado, presbitero Jose Antonio Ramos Martinez, quien lo inicia en el latín y los libros, pero también lo aparta de los juegos infantiles. En 1902 muere su padre. En 1903 después de la muerte del tio regresa a su hogar en Cumaná. Estudios En su ciudad natal estudia en el Colegio Nacional de Cumaná, hoy Liceo Antonio Jose de Sucre, dirigido entonces por Don José Silverio González Varela. En 1908, por sus dotes excepcionales, es nombrado su asistente. En 1910 se gradúa de bachiller en Filosofía, viajando de inmediato a Caracas para iniciar en la Universidad Central de Venezuela sus estudios de Derecho y Literatura y continuar aprendiendo idiomas (griego antiguo y moderno, francés, inglés, italiano, portugués, alemán, danés, sueco y sánscrito). Al ser cerrada la universidad por el gobierno del General Juan Vicente Gómez, se ve obligado a continuar los estudios por su cuenta. Graduado de abogado en la UCV en 1917 y posteriormente de Doctor en Leyes en 1925, no ejerce esta profesión sino que se gana la vida como profesor de Historia y Geografía Universal, Historia y Geografía de Venezuela, Latín y Griego, en liceos de educación media, como el Liceo Caracas, hoy llamado Liceo Andrés Bello. Asimismo desde 1914 trabaja como intérprete y traductor en la Cancillería. Escritos Desde 1911 se da a conocer como poeta publicando en casi todas las revistas y diarios, sobre todo en El Universal, donde aparecieron al menos 108 de sus poemas en prosa. Reúne su obra en Trizas de papel (1921), Sobre las huellas de Humboldt (1923), ambos integrados a La Torre de Timón (1925), en 1929 publica juntos dos libros distintos, Las formas del fuego y El cielo de esmalte. Hombre de carácter solitario e introvertido, se dedica al estudio y a la lectura, así como a su obra poética, pero su labor intelectual es seriamente perturbada por una enfermedad nerviosa que se manifiesta en un frecuente estado de insomnio. En ese estado febril recorre las calles de la ciudad en horas nocturnas. En sus textos expresa el sufrimiento que le produce su cada vez más pronunciada fatiga mental. Afirma que el contexto artístico e intelectual venezolano es mediocre, retórico y conformista, apegado a formas estéticas degradadas. Contra esto, Ramos Sucre innova en el campo de la poesía al ser uno de los primeros venezolanos en cultivar el poema en prosa, así como el uso de varias voces poéticas en lugar del "yo" único e inmutable. Muerte El 13 de junio de 1930 durante un viaje diplomático en la ciudad de Ginebra, se suicida al tomar una sobredosis de veronal. Su obra, al no poder ser catalogada dentro de las corrientes literarias de su tiempo, no será tomada en cuenta hasta casi medio siglo después, cuando se le reconoce como uno de los poetas más originales y avanzados de siglo XX venezolano. Sus cartas y otros escritos son publicados mucho después de su muerte, en un volumen titulado Los aires del presagio. Su poesía en muchas ocasiones ha sido calificada de "pre-vanguardista", de hecho, colaboró con el único número de la revista Válvula, uno de los principales órganos de la vanguardia del país. Salvo la coincidencia temporal con otros autores de la misma época, la obra de Ramos Sucre no puede clasificarse en un movimiento determinado. son los escritores de los grupos Sardio y El techo de la ballena los que, durante la década de los 60, rescatan su obra y la dan a conocer como una poesía que desafía la división rígida del género. En 2006, el escritor venezolano Rubi Guerra recibió el Premio de Novela Corta Rufino Blanco Fombona por su novela La tarea del testigo (Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana, 2007), basada en los últimos meses de Ramos Sucre en Europa. Referencias Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/José_Antonio_Ramos_Sucre

Efraín Huerta

Efraín Huerta (Silao, Guanajuato, 18 de junio de 1914 - Ciudad de México, 20 de febrero de 1982). Poeta mexicano. Legado principal El legado principal de Efraín Huerta es el libro Los hombres del alba (1944) que marca una ruptura con las formas poéticas utilizadas hasta ese momento. Es uno de los libros cumbres de la poesía hispanoamericana del siglo veinte. Comienzos Efraín Huerta Romo fue uno de los poetas más reconocidos de México, cuyos versos se caracterizaban por ir en contra de lo establecido en términos estilísticos. Fue además un activista político de la izquierda latinoamericana. Inició sus estudios de derecho en la ciudad de México, pero los abandonó para dedicarse al periodismo y a la literatura. Su primer poemario (Absoluto amor), se caracterizó por su liricismo amoroso, pero tras su vinculación con la revista Taller evolucionó hacia una poesía que reflejaba tanto la subjetividad personal como las circunstancias políticas y sociales. A partir de 1950 inició el movimiento neovanguardista de "El cocodrilismo" por lo que fue conocido como "El gran Cocodrilo". Trayectoria De 1938 a 1941 participó en la publicación de la revista literaria Taller, al lado de sus compañeros universitarios que se dedicaban a las letras (Alberto Quintero Álvarez, Octavio Paz y Rafael Solana, entre otros). Entre los muchos premios que el otorgaron, recibió las Palmas Académicas del gobierno de Francia en 1945, en 1975 el Premio Xavier Villaurrutia,2 el Premio Nacional de Lingüística y Literatura en 1976,3 y el Premio Nacional de Periodismo en divulgación cultural de 1978 por su trabajo en el suplemento El Gallo Ilustrado del periódico El Día.4 Fue uno de los periodistas cinematográficos más importantes de México y sus columnas aparecieron en prácticamente todas las revistas especializadas de las décadas de 1940 y 1950. Sus columnas de tema literario y político aparecieron también en los principales diarios del país desde los años treinta hasta 1982, año de su muerte. Obra poética Su poesía fue reunida en un tomo de más de seiscientas páginas editado por Martí Soler y publicado por el Fondo de Cultura Económica en 1988. * 1935 - Absoluto amor * 1936 - Línea del alba * 1944 - Los hombres del alba * 1943 - Poemas de guerra y esperanza * 1950 - La rosa primitiva * 1951 - Poesía * 1953 - Poemas de viaje * 1956 - Estrella en alto y nuevos poemas * 1957 - Para gozar tu paz * 1959 - ¡Mi país, oh mi país! * 1959 - Elegía de la policía montada * 1961 - Farsa trágica del presidente que quería una isla * 1962 - La raíz amarga * 1963 - El Tajín * 1973 - Poemas prohibidos y de amor * 1974 - Los eróticos y otros poemas * 1980 - Estampida de poemínimos * 1980 - Transa poética * 1985 - Estampida de Poemínimos Entre sus muchos poemas destacan sus Poemínimos, diminutos poemas parecidos a los haikus, entre ellos el titulado Pequeño Larousse, que habla de lo que dice su entrada en dicho diccionario enciclopédico: "...Nació En Silao. 1914. Autor De versos De contenido Social..." Embustero Larousse. Yo sólo Escribo Versos De contenido Sexual. Y el titulado Tótem: Tótem Siempre Amé Con la Furia Silenciosa De un Cocodrilo Aletargado Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Efraín_Huerta

Julián del Casal

Julián del Casal Por: José Martí Aquel nombre tan bello que al pie de los versos tristes y joyantes parecía invención romántica más que realidad, no es ya el nombre de un vivo. Aquel fino espíritu, aquel cariño medroso y tierno, aquella ideal peregrinación, aquel melancólico amor a la hermosura ausente de su tierra nativa, porque las letras sólo pueden ser enlutadas o hetairas en un país sin libertad, ya no son más que un puñado de versos, impresos en papel infeliz, como dicen que fue la vida del poeta. De la beldad vivía prendida su alma; del cristal tallado y de la levedad japonesa; del color del ajenjo y de las rosas del jardín; de mujeres de perla, con ornamentos de plata labrada; y él, como Cellini, ponía en un salero a Júpiter. Aborrecía lo falso y pomposo. Murió, de su cuerpo endeble, o del pesar de vivir, con la fantasía elegante y enamorada, en un pueblo servil y deforme. De él se puede decir que, pagado del arte, por gustar del de Francia tan de cerca, le tomó la poesía nula, y de desgano falso e innecesario, con que los orífices del verso parisiense entretuvieron estos años últimos el vacío ideal de su época transitoria. En el mundo, si se le lleva con dignidad, hay aún poesía para mucho; todo es el valor moral con que se encare y dome la injusticia aparente de la vida; mientras haya un bien que hacer, un derecho que defender, un libro sano y fuerte que leer, un rincón de monte, una mujer buena, un verdadero amigo, tendrá vigor el corazón sensible para amar y loar lo bello y ordenado de la vida, odiosa a veces por la brutal maldad con que suelen afearla la venganza y la codicia. El sello de la grandeza es ese triunfo. De Antonio Pérez es esta verdad: «Sólo los grandes estómagos digieren venenos». Por toda nuestra América era Julián del Casal muy conocido y amado, y ya se oirán los elogios y las tristezas. Y es que en América está ya en flor la gente nueva, que pide peso a la prosa y condición al verso, y quiere trabajo y realidad en la política y en la literatura. Lo hinchado cansó, y la política hueca y rudimentaria, y aquella falsa lozanía de las letras que recuerda los perros aventados del loco de Cervantes. Es como una familia en América esta generación literaria, que principió por el rebusco imitado, y está ya en la elegancia suelta y concisa, y en la expresión artística y sincera, breve y tallada, del sentimiento personal y del juicio criollo y directo. El verso, para estos trabajadores, ha de ir sonando y volando. El verso, hijo de la emoción, ha de ser fino y profundo, como una nota de arpa. No se ha de decir lo raro, sino el instante raro de la emoción noble o graciosa.-Y ese verso, con aplauso y cariño de los americanos, era el que trabajaba Julián del Casal. Y luego, había otra razón para que lo amasen; y fue la poesía doliente y caprichosa que le vino de Francia con la rima excelsa, paró por ser en él la expresión natural del poco apego que artista tan delicado había de sentir por aquel país de sus entrañas, donde la conciencia oculta o confesa de la general humillación trae a todo el mundo como acorralado, o como antifaz, sin gusto ni poder para la franqueza y las gracias del alma. La poesía vive de honra. Murió el pobre poeta, y no lo llegamos a conocer. ¡Así vamos todos, en esa pobre tierra nuestra, partidos en dos, con nuestras energías regadas por el mundo, viviendo sin persona en los pueblos ajenos, y con la persona extraña sentada en los sillones de nuestro pueblo propio !Nos agriamos en vez de amarnos. Nos encelamos en vez de abrir vía juntos. Nos queremos como por entre las rejas de una prisión. ¡En verdad que es tiempo de acabar! Ya Julián del Casal acabó, joven y triste. Quedan sus versos. La América lo quiere, por fino y por sincero. Las mujeres lo lloran. Julián del Casal, florece en la estación de mayo Por: Juanita Conejero Nació en Cuba y desde aquel día 7 de noviembre de 1863, cual difícil le fue andar, y para olvidar todas sus tristezas se refugió en el arte, persiguiendo como él decía fantásticas visiones. Julián del Casal, “aquel nombre tan bello” al decir de Martí, aquel poeta con el que no pudo nunca hablar, pero que era “muy conocido y amado en toda América” y del que predijo: “ya se oirán los elogios y las tristezas” y “es que en América, está en flor la gente nueva que pide peso a la prosa y condición al verso”. Así escribía el Apóstol, en Patria, Nueva York, un 31 de octubre de 1893 en ocasión de la muerte de aquel cubano, que gustaba de la poesía “doliente y caprichosa” de Francia con la rima excelsa y que fue capaz de asumirla, con la elegancia de su personal sentimiento y su directa cubanía. Sólo vivió treinta años. Hace ciento veinte años publicó Hojas al Viento su primer libro, en él, la influencia de los románticos y del parnasianismo francés. Mucho leía el gran Casal, mucho respetaba las formas métricas tradicionales, pero al ponerse en contacto con las últimas innovaciones francesas de su época y sobre todo cuando profundizó en la obra de Baudelaire y de Verlaine, este caudal poético enriqueció su verso y su prosa. Para Martí, no había dudas, que el verso de Julián era hijo de la emoción y fino y profundo, como una nota de arpa. En un artículo publicado en La Habana Elegante, y suscrito por Enrique Hernández Miyares, se expresa: “Julián de Casal es mi hermano de ideales…..él es un poeta sin tacha y sin miedo como se decía de los caballeros de la Edad Media. Ha impreso su libro Hojas al Viento y “ya está”, como él dice. Como todo si el libro gusta y la edición se vende, ya veremos pompa en la alcobita de Julián, donde hay mayólica en los estantes, libros hasta en los percheros y se ve la efigie del Santo Padre al lado de la de Sarah Bernhardt”. Dedica Casal este primer libro a quién considera su venerado maestro: Ricardo del Monte. ¡Oh hermosa Primavera! ¿Por qué escondes tu canto virginal a mis sentidos? ¿dónde estás que te llamo y no respondes, no respondes jamás a mis gemidos? Yo también en los campos de mi vida siento el invierno lóbrego y sombrío. ¡Mi alma es una floresta destruida! ¡Yo también en el alma tengo frío! En poco tiempo publicó su segundo libro Nieve. Mucho más visible en sus versos la influencia francesa sobre todo de Laconte de Lisle. Para Lezama Lima, los diez sonetos que también componen este libro “es una de las mejores colecciones de sonetos que puede mostrar nuestra literatura”. Después Bustos y Rimas, del cual Julián sólo pudo revisar las primeras pruebas. Era lo más logrado de su producción. Esas rimas según Lezama encierran “sus más secretas apetencias; sus inquietudes de hombre logran predominar sobre las influencias anteriores. En el último poema “Cuerpo y alma”, aúna su perdurable devoción por Baudelaire, los tormentos a que fue sometida su existencia atenaceada por la rebelión de los sentidos y por los más castos deseos, deseando ”que la alondra no viva junto al tigre y que la rosa no viva junto al cerdo”. El primer gran golpe de su vida, la muerte de la madre a los cinco años. Después, años más tarde, su soneto “A mi madre”, un clásico de la literatura cubana. Estudia en el Colegio de Belén. Matricula Derecho y abandona la carrera. En 1885 muere el padre. Ya escribe, y algo ha publicado, es muy joven. La Habana Elegante el ilustrado Semanario le abre las puertas. Escribe artículos sobre La Sociedad de la Habana. Uno de ellos sobre el general Sabás Marín y la familia, le cuesta el puesto en la Intendencia General de Hacienda. Su situación económica se hace muy difícil. Amigos lo ayudan, lo rodean, Nicolás Azcárate, Ramón Meza, Aurelio Mitjans, Manuel de la Cruz, Enrique Hernández Miyares y otros. La salud no lo acompaña. Reservad los laureles de la fama para aquellos que fueron mis hermanos; yo, cual fruto caído de la rama, aguardo los famélicos gusanos. Se hace colaborador de diversos periódicos y revistas de la época. Tradujo poemas de Baudelaire. Deseaba tanto ir a París. Sólo un solar le queda de la herencia paterna. Lo vende y nada más puede visitar España. Allí conoce a Salvador Rueda y a Francisco A. de Icaza. Allí también recuerda sus lecturas de los clásicos españoles de su adolescencia. Ya sentía la ola Modernista que tenía sus raíces espirituales en la gran patria francesa. Para Verlaine, Casal tenia a sólo veinticinco años un talento sólido y fresco. Se adentra el cubano en la lectura de parnasianos y simbolistas. Le inspiran poemas, Gautier, Coopèe, y tantos otros, y Rimbaud, Mallarmé, Vigny y Hugo. Siente cada momento, el calor de sus amigos de la Patria y comparte en las Tertulias y allí conoce a los hermanos Uhrbach que fueron sus primeros discípulos y sufre la temprana muerte, a sólo diecinueve años, de Juana Borrero, con la que había establecido una bella relación, inmortalizada en la virgen triste de sus versos. Como expresó el inolvidable Cintio Vitier, la casa de Borrero en Puentes Grandes, llegó a ser el centro del modernismo naciente en Cuba hasta la muerte de Casal. También El Fígaro recibe sus colaboraciones, y Casal, conoce a Darío y entre los dos grandes creadores nace fiel amistad que se traduce en intercambio de poemas y cartas. Para Julián, era tesoro aquel poema El Clavicordio de la Abuela que Darío le dedica, cuando el cubano le entrega sus hermosas Páginas de la Vida. Yo soy como esas plantas que ignota mano siembra un día en el surco por donde marcha, ya para que la que la anime luz de verano, ya para que la hiele frío de escarcha. Llevado por el soplo del torbellino, que cada día a extraño suelo me arroja, entre las rudas zarzas de mi camino, si no dejo un capullo, dejo una hoja. En 1892, el general Antonio Maceo, le dedicó un retrato escrito con su puño y letra y el poeta le escribe un soneto al héroe de nuestras luchas libertarias. ¡Cuántos hermosos recuerdos debió haber guardado de Casal su hermana doña Carmela viuda de Peláez, madre de la entrañable pintora cubana Amelia Peláez! El 21 de octubre de 1893, muere Julián del Casal en casa de su amigo el doctor Lucas de los Santos Lamadrid. De sobremesa, la rotura de un aneurisma. No faltó ni uno sólo de sus amigos al sepelio. Mas si queréis guardar mis pobres restos, grabad sobre mi tumba estas palabras: ¡Amó sólo en el mundo la Belleza! ¡Que encuentre ahora la Verdad su alma”! El Festival Internacional de Poesía de la Habana ya anuncia su programa para este mayo florido. Poetas de distintas partes nos visitarán. De nuestra América, se inundan nuestros espacios. Julián del Casal vuelve con sus Hojas al Viento, con su Nieve y con sus Bustos y Rimas, vuelve el trovador de las rarezas y de las amarguras humanas, de cuerpo endeble pero de fino espíritu y alma de palmera grande y solitaria, y hallará en el Arte “sonando y volando las dichas ignoradas”, el suspiro inenarrable de su reveladora poética, que florecerá una vez más, en todas las regiones donde es más hermosa la luna y vuelan, como él diría, los alciones sobre el mar. Referencias Juanita Conejero - www.cubarte.cult.cu/periodico/print/articulo/14910.htmll Damisela - www.damisela.com/literatura/pais/cuba/autores/delcasal/index.htm Por: Mirta Aguirre «Angustia y evasión de Julián del Casal» tituló hace años José Antonio Portuondo a un breve análisis del poeta. Poetas devotos de Casal, lastimados por ello, han dicho que era «muy cómodo hablar de evasión, de escapismo y otros términos análogos que puso de moda la crítica marxista». En realidad, no es cómodo evadirse, cuando de veras induce a ello, como sucedía con el autor de Nieve, una gran amargura vital; cuando de veras se tiene, como poseyó Julián del Casal, una gran honradez artística y humana. Tampoco es cómodo, frente a una personalidad bondadosa y tan límpida como la de Casal, frente a un artista de tanta significación como la suya en nuestra poesía, verse en la obligación de señalar debilidades y deficiencias. Pero lo cierto es que Casal se evadía, lo cierto es que se escapaba de mirar la realidad frente a frente. Y lo cierto es que, aunque incómodo, eso tiene que decirse. Puede comprenderse, puede explicarse; pero no debe callarse. Y mucho menos aplaudirse, Casal —o Baudelaire— y la burguesía eran incompatibles. Casal y el régimencolonial lo eran también. Eso hay que anotárselo. Pero generalizada la actitud a lo Julián del Casal, ¿habría tenido lugar el Noventa y Cinco? El poeta murió en 1893. De haber vivido, no habría sido imposible que, baudelerinamente,[sic] tomara el camino insurrecto. Pero, al desaparecer antes, quedaron en pie las japonerías, los ojos que para celebrar el Almendares pensaban en el Rhin, el admirador de los tintes y postizos, el hombre que sólo sentía ansias de aniquilarse, el poeta de «Nihilismo» y «Recuerdo de la infancia», cuya idea de la poesía puede encontrarse en párrafos como el escrito con motivo de Fornaris: El poeta moderno no es un patriota, como Quintana o Mickiewicz, que sólo lamenta los males de la patria y encamina los pueblos a las revoluciones; ni un soñador como Lamartine perdido en el azul; ni un didáctico como Virgilio o Delille, que pone su talento poético al servicio de las artes inferiores; ni un moralista como Milanés entre nosotros, que trata de refrenar en verso los vicios sociales; sino un neurótico sublime, como Baudelaire o Swinburne [...] [...] Alucinado, neurótico, desesperado, blasfemo, nihilista, era a su vez Julián del Casal. «Juzgándote vencido por nada luchas», escribió él de sí mismo en alguna ocasión. No obstante, escribió también el soneto famoso a Maceo. Y escribió «La perla», contra la anexión de Cuba a los Estados Unidos; y escribió el soneto a los estudiantes fusilados en 1871 y dejó en sus prosas muy agudas denuncias de nuestra existencia bajo el yugo español y sátiras que lo hicieron temible para la aristocracia colonial. Era un poeta cautivado por cuanto centelleara y pudiera deshacerse en chispas, quizás porque la luz es lo más transparente, lo más impalpable que percibimos y él era un atormentado por el peso de su cuerpo y un sediento de la pureza. Era un enfermo y poseía sensibilidad de enfermo. [...] Su sensibilidad y el modo de ver la vida que ella contribuía forjarle, nos son ajenas y distantes. No podemos compartirlas, pero, en sus circunstancias, podemos comprenderlas. Y eso es lo que podemos ofrecer hoy nosotros a Julián del Casal, a quien todo le fuera negado ayer, por haber ganado para Cuba, en las letras de su tiempo, un honroso lugar. Referencias http://www.habanaelegante.com/ Spring_Summer_2012/Hojas_Aguirre.html




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