#Andaluces #Españoles #Generación27 #PremioNobel #SigloXX #Nana
Soy Pinochet, el Funeral Verdugo… el gran Funeralísimo chileno. Tengo por alma un batallón de cien… y por cabeza un general tarugo. Cuando mato me arrugo y desarrugo
Sin dueño, entre las ortigas, piedra por pulir, brillabas. Pie invisible. (Entre las ortigas, nada.) Pie invisible de la ira.
Gentes de las esquinas de pueblos y naciones que no están… comentaban. —Ese hombre está muerto y no lo sabe.
Vírgenes con escuadras y compases, velando las celestes pizarras. Y el ángel de los números, pensativo, volando,
!Contigo, Rafael Arcángel, patrón de los caminantes! Chinita blanca del río, se me ha perdido mi amante. Rodando, rodando, al mar.!Contigo…
Blanca-nieve se fué al mar, ¡Se habrá derretido ya! Blanca-nieve, flor del norte se fué al mar del mediodía, para su cuerpo bañar.
Decidme de una vez si no fue alegr… 5 x 5 entonces no eran todavía 25 ni el alba había pensado en la neg… Yo te juro a la luna no ser cocine… tú me juras a la luna no ser cocin…
Yo soy Rafael Alberti, el que trabajó un tiempo en gongorinos mármoles la forma de su voz. El que haciéndose huésped becqueriano de las nieblas se agarró en lucha desesperada con los án...
Tal vez, oh mar, mi voz ya esté ca… y le empiece a faltar aquella tran… aquel arranque igual al tuyo, aque… que era tan parecido a tu oleaje. Han pasado los años por mí, sus du…
A ti, esqueleto ornamentado, llena rosa mural en él enguirnaldada; vestido de los huesos, revocada luz en relieve y sólida azucena. A tí, veloz, centella la melena,
¡Ah, Miss X, Miss X: 20 años! Blusas en las ventanas, los peluqueros lloran sin tu melena —fuego rubio cortado—.
Mil novecientos diecisiete. Mi adolescencia: la locura por una caja de pintura, un lienzo en blanco, un caballete. Felicidad de mi equipaje
Siempre es todo ojos. No te quita los ojos. Se come las palabras con los ojos. Es el siete ojos. Es el cien mil ojos en dos ojos.
Las cochinillas de humedad, las mariquitas de San Antón, también vagaba la lombriz y patinaba el caracol. Infancia mía en el jardín;
Marinerito delgado, Luis Gonzaga de la mar, ¡qué fresco era tu pescado, acabado de pescar! Te fuiste, marinerito,