—Un portal. —No lo tenemos. —Por una noche. —¿Quién eres? —La Virgen.

Por amiga, por amiga. Sólo por amiga. Por amante, por querida. Sólo por querida. Por esposa, no.

De sombra, sol y muerte, volandera grana zumbando, el ruedo gira heri… por un clarín de sangre azul torer… Abanicos de aplausos, en bandadas, descienden, giradores, del tendido…

«Me despierto. París. ¿Es que vivo, es que he muerto? ¿Es que definitivamente he muerto?

¡Qué altos los balcones de mi casa! Pero no se ve la mar. ¡Qué bajos! Sube, sube, balcón mío,

Marinerito delgado, Luis Gonzaga de la mar, ¡qué fresco era tu pescado, acabado de pescar! Te fuiste, marinerito,

Robada por un pez de acero y lona, tú, sin malló, dormida, diste con una estrella que, escond… rondaba a Barcelona. ¡Susto en la luz! Teléfonos fundi…

Si mi voz muriera en tierra llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombardla capitana

Ángeles malos o buenos, que no sé, te arrojaron en mi alma. Sola, sin muebles y sin alcobas,

Feo, de hollín y fango. ¡No verte! Antes, de nieve, áureo, en trineo por mi alma. Cuajados pinos. Pendientes.

Alguien barre y canta y barre (zuecos en la madrugada). Alguien

Nos dicen: Sed alegres. Que no escuchen los hombres rodar… ni el más leve ruido de una lágrim… Está bien. Yo quisiera, diariamen… mas hay horas, hay días, hasta mes…

Si el aire se dijera un día: —Estoy cansado, rendido de mi nombre... Ya no quie… ni mi inicial para firmar el bucle del clavel, el rizado de la rosa,

Dentro del pecho se abren corredores anchos, largos, que sorben todas las mares. Vidrieras, que alumbran todas las calles.