(1958)
#EscritoresVenezolanos De Isla una
Agrio portero nos aturde ahora. Antes veló por nosotros, y ya azuz…
Yo viajo a los espacios transparen… Conmigo está tu chal de lana, el v… tus zarcillos con que ibas al merc… El perro que nos despertaba pasa s… No es magia, sencillamente nada he…
De tanto imaginarte, sonreírte, es… Respiro tu llegada; ya sin creer. No me pidas explicaciones. No me quites la idea que tengo, ta… No me pruebes, por favor, en terre…
Las cosas supieron, más que los ho… de su mirada a la que se abrían para otra existencia. El las acogía transformándolas
Pídeles sus títulos a los que te p… cuándo nacieron, diles que te demu…
Que cada palabra lleve lo que dice… Que sea como el temblor que la sos… Que se mantenga como un latido. No he de adornada falsedad ni pon… añadir brillos a lo que es.
Yo que no he tenido nunca un ofici… que ante todo competidor me he sen… que perdí los mejores títulos para… que apenas llego a un sitio ya qui… que he sido negado anticipadamente…
Ella, la insojuzgable, no pudo det… teas, látigos. Desde hace meses es… el que buscan. Pero ellas conocen… me he movido.
De pronto aparece en la puerta, como tallado, el acreedor. Viene en busca de su salario. Tiende su mano izquierda desde la entrada, inmóvil. Los dos nos miramos sin comprender. Reconozc...
Me muevo. Uno, dos, tres pasos. Nadie puede negar que avancé un poco. Se pueden ver mis huellas en el suelo, pero amanezco en el mismo sitio. ¿No me desplacé? Es cierto —verifico las ma...
No me lavaste, no me reuniste, no me limpiaste del escrúpulo, no me quitaste el estigma, no me recibiste en tu templo.
Tú apareces, tú te desnudas, tú entras en la luz, tú despiertas los colores, tú coronas las aguas,
Acuñar quimeras como soles muertos para los ojos de un fantasma, no es tu tarea.
Me fustigo. Me abro la carne. Me exhibo sobre un escenario. Allí no ofrezco el número decisivo… Devorarme ¡mi gran milicia!, pero…
¿En la confusión, tu rostro estará en el lado opuesto también, poniéndole el sello al naufragio, con el gran vendedor?