A un suspiro de Dios
(29 11 06)
Despiertas y te sacudes de toda ambición
no hay color más claro que a ojos cerrados
contemplar el intrínseco matíz de una oración
ascendiendo desde tus rincones más diáfanos
Fé es como un sutil y fresco suspiro enamorado
profundo y vívido aliento que sin ser risa ni llanto
te brinda con un delicado y apacible espasmo
la divina seguridad de que estás siempre a salvo
Y aunque este mundo viva cambiando
dejando en lo oscuro tus sueños y paisajes
vivir cada día cuesta más, eso es seguro
pero más crecen tus talentos más humildes
La mejor oración es tu más dulce conversación
sin mecánicos rezos conmueve al Señor de todo
ya se ha visto caer de rodillas ante Él al más ateo
cuando amenazan su vida ó la de un ser amado
Jamás importó la religión, credo ó convicción,
el color de piel, género, música ó pasión
al final la fé nunca fué una sórdida cuestión
y siempre fué la luz siempre oculta tras la razón
lo que la ciencia nunca podrá responder
y lo que la metafísica sólo pretende entender
se resume en lo que un corazón puede hacer
al confiar en lo que ha sentido desde el nacer
Un bebé a nada teme y por nada también sonríe
para muchos la nada es nada menos para quien tiene fé
que abre sus ojos y seguir un rayo de sol le permite
comprender de dónde viene y saber lo que hará crecer
pues quien tiene fé disfruta al agua y pasto bajo sus pies,
siente a Dios en su camino de principio a fin en tal sensación
Su sol, su agua, su aire, su tierra... su amor
Jugando entre mis pies al sumergir mis pasos
sensación de que en cada átomo he estado escrito
y en una sobredósis de esperanza yace mi principio
ya sé lo que se ha redefinido, CREO LUEGO EXISTO
Querer más que sólo querer, amar más que sólo amar
hace mucho se fué todo el miedo hasta el de morir
Padre amigo confidente y mentor en toda mi soledad
de día y de noche creo en Tí, eternamente has creído en mí
