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El idilio de Corazón Guardián

(30 01 26)
Susurros a Xommer...

A Lirio Mujer, espíritu de luz
Dante abajo cruzó, yo cruzo allí por tí
y si cantando voy canto para tí.

A esta hora duerme ella, mi sol que yace oculto
de los cansados agravios de un mundo confuso.
Yo despierto entre sombras de doce en punto,
soy un desastre ya sé, en amor me consumo.
 
Me gusta el que a diario la siento y deseo
camina a donde quiera que escucho y veo,
deseo tanto su existencia en lo poco que tengo
que contemplo a Dios en todo lo que siento.
 
Me señala a lo lejos un incierto cendero,
le brinda lucidéz y vigor a mi pensamiento.
Revitaliza mis fuerzas soñando su aliento
colmando de a dos a todo y cada viento
 
Risa y perfume, añoro tanto su recuerdo...
 
Hizo que bajo la luna la abrazase muy fuerte
al buscar con sus brazos mi más hondo cimiento.
Vivo por tan sólo rozar sus labios llenos
de tanto amor en su dulce forma de silencio.
 
No puedo dormir, ella agita toda oscuridad,
divago entre púrpuras letras de su femeninidad,
danza con la música lenta de mis suspirar,
trenza sus dedos con los míos en la claridad.
 
Ternura e ilusión, extraño tanto su expresar...
 
¿Qué será lo que sueña cuando quien la sueña
no es otro más que yo al que amistó con Dios?
¿Cuál será la almohada que arrulla sus mejillas
cuando el sentimiento piensa en nosotros dos?
 
¿Cómo despierta en las mañanas de alegría
cuando yo pensando en ella corro mi cortina?
¿Dónde nos encontraremos por tanta confusión
para entender que nuestro amor nos guía?
 
Ya no logro dudar, ella ha perfeccionado mi vida,
me juego por ser bueno para volver a ver su mirar.
Consume mis rincones oscuros, todo lo hace brillar
sabia noble y traviesa, ella me sabe adivinar
 
Mi musa, mi sabia y mi fada, ¿cómo no amarla?...
 
Ella, dósis perfecta de fantasia y poema,
la luz cumbre del lugar donde Dios sueña.
Sus ojos que lienzos de sentimiento dibujan
puertas que nos unen cuando a los míos entran.
 
Su sonrisa expandida desde la Paz y Amor,
excusa y lugar donde mi ser se reenamoró,
ya me venía enamorando, ya venía volando
hacia su fuerza pura de llamar mi corazón.
 
Su fuerza de mujer cálida y entendida
idílica potestad de exceso para amar.
Colibrí de fé y néctar de lirio violeta
voz de mi alma conversando con su gemela.
 
Es ella quien consume con dulzura mi razón,
sin dolor reprende y enseña a cada decisión.
Mi corazón la ha elegido, ella es mi dilección,
mis labios se lo confesaron, ella es mi pasión.
 
Ella es y será mi primera vez de muchas maneras.
Dislumbro el amanecer y aún más pienso en ella.
El sol me la recuerda, resplandecía en su cabellera.
ahora existo, por ella se ama se escribe y se reza.

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