#EscritoresColombianos
Es Raúl Gómez Jattin todos sus a… Y es Raúl Gómez ninguno cuando pa… Cuando pasa todos son todos Nadie soy yo Nadie soy yo Por qué querrá esa gente mi person…
No sé dónde arderás ahora corazón… Necesito entregarte siempre como e… Es urgente que enfermes otra vez y… Qué voy a hacer contigo ahí desocu… como estúpida biología Vamos desha…
Intentas sonreír Y un soplo amargo asoma Quieres decir amor y dices lejos Ternura y aparecen dientes Cansancio y saltan los tendones
En el cielo profundo de mis mastur… ocupas ese ámbito de deseo irrefre… Inagotable y tierno que te devora… aunque tú no lo sepas Tu cuerpo… Y es tan mío como no pudo serlo al…
Dama del alba Con tu niñez de golondrina haciend… inauguraste en mí el sendero del c… Espeso amor Como la embriaguez del Stropharia
En este cuerpo En el cual la vida ya anochece Vivo yo Vientre blando y cabeza calva Pocos dientes
Antes de devorarle su entraña pens… Antes de ofenderlo de gesto y pala… Antes de derribarlo Valorad al loco Su indiscutible propensión a la po…
Como en un cuadro de De Chirico… se queda detenido entre los objeto… los hombres sueñan la eternidad Las chimeneas son falos humeantes que penetran el cielo de Lo Absol…
Caigo de mí hacia mí ¿Dolor? no ¿Angustia? no ¿Qué pues?
Yo tengo para ti mi buen amigo un corazón de mango del Sinú oloroso genuino amable y tierno
Los poetas, amor mío, son Unos hombres horribles, unos Monstruos de soledad, evítalos Siempre, comenzando por mí. Los poetas, amor mío, son
Son un dios en mi pueblo y mi vall… No porque me adoren Sino porque y… Porque me inclino ante quien me re… unas granadillas o una sonrisa de… O porque voy donde sus habitantes…
Si quieres saber de Raúl Que habita estas prisiones Lee estos duros versos Nacidos de la desolación Poemas amargos
«Dibujo tu perfil del faro a las m… Luz de alucinaciones son tus ojos… El mar salta en las piedras y mi a… El sol se hunde en el agua y el ag… Eres casi de sueño. Eres casi de…
Fuiste un testigo indolente Ni comprendiste Ni ayudaste a la víctima. Fuiste un cómplice de la perfidia… Tácitamente aceptaste