Te cansaste de querer lo que buscabas
Agobiaste ya tus ganas
Confundiste tus propósitos
Y en el hundiste ya tus sueños
Te lo advertí y no escuchaste
Terminaste prisionera
En la mitad de mis sentimientos
En eso que tu llamas “tu vicio que envenena”
Te cansaste de esperar
Agobiaste tu querer
Confundiste tu sentir
Y en el hundiste ya tu sueño
Terminaste convirtiéndote
En mi amor de madrugada
Que nada espera... todo lo da
Y en sabanas de placer se esconde
Mostrando un amor
A cambio de recibir un querer
Así te convertiste
En mi amor de madrugada