#Argentinos (1982) Poesía Séptima Vertical
Una hebra más delgada que el pensa… un hilo con calibre de nada, une nuestros ojos cuando no nos mi… Cuando nos miramos nos unen todos los hilos del mundo…
La vida dibuja un árbol y la muerte dibuja otro. La vida dibuja un nido y la muerte lo copia. La vida dibuja un pájaro
Hay palabras que no decimos y que ponemos sin decirlas en las… Y las cosas las guardan, y un día nos contestan con ellas y nos salvan el mundo,
Detener la palabra un segundo antes del labio, un segundo antes de la voracidad c… un segundo antes del corazón del o… para que haya por lo menos un pája…
El fondo de las cosas no es la vid… Me lo prueban el aire que se descalza en los páj… un tejado de ausencias que acomoda… y esta mirada mía que se da vuelta…
Miro un árbol. Tú miras lejos cualquier cosa. Pero yo sé que si no mirara este á… tú lo mirarías por mí y tú sabes que si no miraras lo qu…
Dividendos del silencio. ¿Qué puede escuchar un oído cuando se apoya en otro oído? La ausencia de la palabra es un largo signo menos
Un poema quebrado, como un tronco partido por un rayo… como un tallo roto por el propio delirio de la flor q… exhibe de pronto en el lugar de su…
Todo salto vuelve a apoyarse. pero en algún lugar es posible un salto como un incendio, un salto que consuma el espacio donde debería terminar.
Un amor más allá del amor por encima del rito del vínculo, más allá del juego siniestro de la soledad y la compañía. Un amor que no necesite regreso,
Toda palabra llama a otra palabra. Toda palabra es un imán verbal, un polo de atracción variable que inaugura siempre nuevas conste… Una palabra es todo el lenguaje,
La muerte es otro hilo de la trama… Hay momentos en que podría penetra… con la misma naturalidad que el hi… o el hilo del amor. El tejido se completaría entonces…
¿Cómo amar lo imperfecto, si escuchamos a través de las cosa… cómo nos llama lo perfecto? ¿Cómo alcanzar a seguir en la caída o el fracaso de las co…
Nos quedamos a veces detenidos en medio de una calle, de una palabra o de un beso, con los ojos inmóviles
Usar la propia mano como almohada. El cielo lo hace con sus nubes, la tierra con sus terrones y el árbol que cae con su propio follaje.