#Argentinos (1982) Poesía Séptima Vertical
Usar la propia mano como almohada. El cielo lo hace con sus nubes, la tierra con sus terrones y el árbol que cae con su propio follaje.
Hemos amado juntos tantas cosas que es difícil amarlas separados. Parece que se hubieran alejado de… o que el amor fuera una hormiga escalando los declives del cielo.
Entre pedazos de palabras y caricias en ruinas, encontré algunas formas que volvía… Venían de desmorir. Pero no les bastaba con eso.
Cuando se apaga la última lámpara no sólo se apaga algo mayor que la… también se enciende la sombra. Debería haber sin embargo lámparas que sirvieran exclusivamente
En alguna parte hay un hombre que transpira pensamiento. Sobre su piel se dibujan los contornos húmedos de una piel… la estela de una navegación sin na…
Callar puede ser una música, una melodía diferente, que se borda con hilos de ausencia sobre el revés de un extraño tejid… La imaginación es la verdadera his…
Una red de mirada mantiene unido al mundo, no lo deja caerse. Y aunque yo no sepa qué pasa con l… mis ojos van a apoyarse en una esp…
Estoy contigo. Pero por encima de tu hombro me dice adiós tu mano que se aleja… Entonces yo contengo mi mano para que no nos traicione ella tam…
Competencia del que soy con el que… del que va a apagar la lámpara con el que la ha encendido, del que desparramaba los colores con el que los reúne,
Hay pocas muertes enteras. Los cementerios están llenos de fr… Las calles están llenas de fantasm… Hay pocas muertes enteras. Pero el pájaro sabe en qué rama úl…
Tú no tienes nombre. Tal vez nada lo tenga. Pero hay tanto humo repartido en e… tanta lluvia inmóvil, tanto hombre que no puede nacer,
Pensar nos roba el mirar. ¿Dónde está entonces la visión, su hebra de música sin variaciones… su coincidencia de ojo y sueño, su espacio donde sólo el pasar enc…
¿Quién puede soportar cuatro velas velando a una rosa? ¿Quién puede soportar una mano arrastrada por el río cuando iba a alcanzar a otra mano?
Una lámpara encendida en medio del día, una luz perdida en la luz. Y la teoría de la luz se rompe: la mayor retrocede
Hay corazones sin dueño, que no tuvieron nunca la oportunid… de regir como un péndulo casi atro… el laborioso espasmo de la carne. Hay corazones de repuesto,