Es esta condenada impotencia. Esta ausencia hasta de rabia. Este peso.
El tipo dijo con palabras elogiosas que en el fondo le agradezco: «... he aquí el milagro
Tu padre se está metiendo coca, tu… no te deja estar, y ahora que por… desechar otros vicios que no fuera… el condenado tabaco y el café. Llegas a casa, enciendes la T.V.
Salgo del trabajo. Los huesos, el… dulcemente dolorido, como –a veces… después de un polvo de los buenos. La luna, sajada en dos pedazos, me… el ojo ese famoso de Buñuel,
Te dirán que vales lo que eres y no lo que tienes. Y tendrán
Nadie que habiendo estado, pongamos por caso, paseando al perro por una calle céntrica y desierta a las tres o tal vez a las
Desayunar con Nietzsche es relativamente fácil, sobre todo si hace sol, la lluvia es fina —un ligero chaparrón traslúcido y oxigenado–
Las palabras son inútiles, tercas,… como tornillos que no entran recto… Y me cansan. Pero son lo único qu… Los juguetes de un niño pobre. Yacen destripadas a mi alrededor.
Los pensionistas hablan de trombos… en los autobuses o aguardan el final en los bancos de los parques públi… entre mierda de palomas y jeringas
Las poéticas son un poco como los preservativos: si te tienes que parar, más vale dejarlo para otro día.
Es tarde ya en la noche y la playa está desierta. Rompe el mar sobre las rocas. Un aire cálido,
El mirlo de todos los años ha vuel… y todavía sigo aquí. Su música no cambia y eso ya lo he… Pero mi trabajo es constatar lo ob… y eso es lo que el mirlo me viene…
Otra maldita tarde de domingo, una de esas tardes que algún día escogeré para colgarme del último clavo ardiendo
Camino por el tejado del centro comercial. Lo tienen montado como un jardín. Plantas por aquí y por allá. Flores, enredaderas, incluso
Lo que sobrevive aún de la mañana… lentamente bajo una lluvia inesperada y fina,… sueños en los que no acabas de dor… En Canarias, según dicen, es ya l…