Siéntate a la mesa. Bebe un vaso de agua. Saborea cada trago.

Salgo del trabajo. Los huesos, el… dulcemente dolorido, como –a veces… después de un polvo de los buenos. La luna, sajada en dos pedazos, me… el ojo ese famoso de Buñuel,

Lo llaman algunos. Otros dicen: «Hace falta valor, coraje, resistencia.» Y el caso es que nadie sabe nada.

Y ahora que estás en España que como ya sabrás

La vieja terminó por fin de volver… Se levantaba la falda y exhibía el… le pedía que se lo chupara al maitre. Se llamaba Linda. Tenía

Las palabras son inútiles, tercas,… como tornillos que no entran recto… Y me cansan. Pero son lo único qu… Los juguetes de un niño pobre. Yacen destripadas a mi alrededor.

Las poéticas son un poco como los preservativos: si te tienes que parar, más vale dejarlo para otro día.

Pedro Salinas dice en un poema que no quiere dejar de sentir el dolor de la ausencia de la mujer a la que ama

Los pensionistas hablan de trombos… en los autobuses o aguardan el final en los bancos de los parques públi… entre mierda de palomas y jeringas

El tipo dijo con palabras elogiosas que en el fondo le agradezco: «... he aquí el milagro

Los trinos de ese mirlo se derraman sobre el fiambre más reciente de la ciudad. Dicen que encontraron la jeringa

Ha puesto a Bach en el cassette. Me ha dicho que se iba a ver a unas amigas —un favor, me ha recordado, que le… a no sé quién–. Yo leo un libro,

La ducha no funciona. La sartén convierte en picadillo lo que se supone que tenía que ser nuestra comida. Abro el grifo del fregadero

El mirlo de todos los años ha vuel… y todavía sigo aquí. Su música no cambia y eso ya lo he… Pero mi trabajo es constatar lo ob… y eso es lo que el mirlo me viene…

Es tarde ya en la noche y la playa está desierta. Rompe el mar sobre las rocas. Un aire cálido,