¿Por qué miráis así, tan entornado… ¿Acaso a un dulce cielo estáis pre… pues a tierno mirar yacéis asidos y con lazo de amor estáis atados? Si por otra mirada sois prendados

Soy ese que de mí no sabe nada, el que nunca me entiende y sin embargo siempre me acompaña. Soy ese que nació un día sin luna y estrellas apagadas,

¡Qué insonoro sonido del silencio golpea el corazón y remansa su lat… ¡Qué dulce halago a los sentidos el no percibir nada y encontrarse con uno mismo!

Porque no me queda llanto ni tampoco más palabras, préstame tus ojos, niña, para llorar con tus lágrimas, doradas igual que el sol

¿A qué espera Cupido en daros vid… si la fidelidad por él mostrada no ha sido por los siglos empañada y en Teruel permanece referida? ¿Será que, por el tiempo detenida,

Quede prendido en tu pecho aliento de mi suspiro como flor que te engalane con su color encendido, pasión de amor ardorosa

Todos piensan que estoy solo, pero todos hoy se engañan, pues tengo muchos amigos, son amigos que me aman. El primero es la tristeza