#Españoles #Gallegos #Mujeres #SigloXIX (1884) En Sar del las orillas
Triste loco de atar el que ama men… le llama al que ama más; y terco impenitente, al que no olv… el que puede olvidar. Del rico el pobre en su interior m…
Cada vez que recuerda tanto oprobi… —cada vez digo ¡y lo recuerda siem… avergonzada su alma quisiera en el no ser desvanecerse… como la blanca nube
Era apacible el día Y templado el ambiente, Y llovía, llovía Callada y mansamente; Y mientras silenciosa
Una tarde de abril, en que la tenu… llovizna triste humedecía en silen… de las desiertas calles las baldos… mientras en los espacios resonaban las campanas con lentas vibracione…
Busca y anhela el sosiego..., mas... ¿quién le sosegará? Con lo que sueña despierto, dormido vuelve a soñar; que hoy, como ayer y mañana
Alma que vas huyendo de ti misma, ¿qué buscas, insensata, en las dem… Si secó en ti la fuente del consue… secas todas las fuentes has de hal… ¡Que hay en el cielo estrellas tod…
Quisiera, hermosa mía, a quien aun más que a Dios amo y v… ciego creer que este tu amor prime… ser por mi dicha el último podría. Mas...
Al caer despeñado en la hondura desde la alta cima, duras rocas quebraron sus huesos, hirieron sus carnes agudas espinas… y el torrente de lecho sombrío,
Son los corazones de algunas criat… como los caminos muy transitados, donde las pisadas de los que ahora… borran las pisadas de los que pasa… no será posible que dejéis en ello…
Del antiguo camino a lo largo, ya un pinar, ya una fuente aparece… que brotando en la peña musgosa con estrépito al valle desciende, y brillando del sol a los rayos
Allá en tiempos que fueron, y el a… han llenado de santos recuerdos, de mi tierra en los campos hermoso… la riqueza del pobre era el fuego, que al brillar de la choza en el f…
Una luciérnaga entre el musgo bril… y un astro en las alturas centelle… abismo arriba, y en el fondo abism… ¿qué es al fin lo que acaba y lo q… En vano el pensamiento
Aunque mi cuerpo se hiela, me imagino que me quemo; y es que el hielo algunas veces hace la impresión del fuego.
¡Cuán hermosa es tu vega, oh Padr… Mas el calor, la vida juvenil y la… que extraje de tu seno, como el sediento niño el dulce jug… del pecho blanco y lleno,
Era la última noche, la noche de las tristes despedidas… y apenas si una lágrima empañaba sus serenas pupilas. Como el criado que deja