#EscritoresEspañoles (1884) En Sar del las orillas
¡Ay, cómo el llanto de mis ojos qu… ¡Cuál mi mejilla abrasa!... ¡Cómo el rudo penar que me envenen… mi corazón traspasa! Cómo siento el pesar del alma mía
Aunque no alcancen gloria, pensé escribiendo lbro tan pequeño… son fáciles y breves mis canciones y acaso alcancen mi anhelado sueño… Pues bien puede guardarlas la memo…
Quisiera, hermosa mía, a quien aun más que a Dios amo y v… ciego creer que este tu amor prime… ser por mi dicha el último podría. Mas...
Justicia de los hombres, yo te bus… pero sólo te encuentro en la palabra, que tu nombre aplau… mientras te niega tenazmente el he… —Y tú, ¿dónde resides —me pregunto
Son los corazones de algunas criat… como los caminos muy transitados, donde las pisadas de los que ahora… borran las pisadas de los que pasa… no será posible que dejéis en ello…
Oigo el toque sonoro que entonces a mi lecho a llamarme venía con sus ecos que el alba anunciaba… mientras, cual dulce caricia, un rayo de sol dorado
¡Con qué pura y serena transparenc… brilla esta noche la luna! A imagen de la cándida inocencia, no tiene mancha ninguna. De su pálido rayo la luz pura
Una tarde de abril, en que la tenu… llovizna triste humedecía en silen… de las desiertas calles las baldos… mientras en los espacios resonaban las campanas con lentas vibracione…
¡Oh tierra, antes y ahora, siempre… Viendo cuán triste brilla nuestra… del Sar cabe la orilla, al acabarme, siento la sed devorad… y jamás apagada que ahoga el senti…
Aún otra amarga gota en el mar sin… donde lo grande pasa de prisa y lo… desaparece o se hunde, como piedra… de las aguas profundas al estancad… Vicio, pasión, o acaso enfermedad…
En su cárcel de espinos y rosas cantan y juegan mis pobres niños, hermosos seres, desde la cuna por la desgracia ya perseguidos. En su cárcel se duermen soñando
Mientras el hielo las cubre con sus hilos brillantes de plata, todas las plantas están ateridas, ateridas como mi alma. Esos hielos para ellas
De la vida entre el múltiple conju… no, no busquéis la imagen de la et… ni en el contento y harto seno de… ni del dolor acerbo en la dura asp… Ya es átomo impalpable o inmensida…
Cada vez que recuerda tanto oprobi… —cada vez digo ¡y lo recuerda siem… avergonzada su alma quisiera en el no ser desvanecerse… como la blanca nube
Adivínase el dulce y perfumado calor primaveral; los gérmenes se agitan en la tierr… con inquietud en su amoroso afán, y cruzan por los aires, silencioso…