No hay una solución: el que ama, pierde no hay forma de evitarlo, de seguir intacto... La parte racional
Los enamorados tienen claros propó… analizar la aurora, identificar el… y el canto de los rosales medio ma… Unen su incapacidad de sentir el f… a pesar de que la muerte los cite…
No era la inteligencia callada ni la temperatura de tus manos no recuerdo ninguna palabra no fue tu nostalgia, ni tu gato (olvidado en algún ropero)
No importa que no sea nada para ti, para esta gripe, soy una celebridad. El puerto de sus angustias, su habitación amada, la inspiración. En cada estornudo, me voy olvidando de tus ojos...
Uno se va quedando huérfano de amo… pero no de emociones, ni de recuer… al sentir el viento y ver caer la… hacer que florezca un rosal o una… recordar el abrazo o un puño dulce…
Todos los días tengo un suicidio me voy matando en cada mujer que f… en pedazos pequeños... para que nadie note mi ausencia por cada otra que muere
De la piedra, no saldrá el sonido… ni de los bosques, un suspiro. Es necesario despertar a medio sue… y observar la necesidad del fuego, para ser luz o cenizas.
Habrá un día que aparezca, con un mínimo de fe y certeza, cuando en las húmedas manos desaparezca la esperanza se alargará el brillo de la luna y
He perdido mis imágenes paulatinam… este mundo, no lo conozco las historias ya contadas, las leo… tomó un café por las noches para p… de la que he sido, tampoco sé quie…
Tengo un poco de soledad, que Dios viste de horizonte, y adormece con milagros, el espíritu preciso, del poema. María Cayo.
Antes de hablar mal de mí, hombre,…
Sentada en el parque, viendo hormigas, donde antes hubo parejas de la mano.Y en el árbol, se escucha una risa sarcástica... quizá el señor de las verdes hojas recuerde aquéllas tardes p...
Era un viaje extraño, mis pupilas dilatadas observaban cada gota: de sangre y de agua. Y caminé por dentro,
Él se anida en mis noches, al final de los ojos cerrados me encuentro a su lado, y borro los días más tristes dibujo luciérnagas en el aire,
En cuestiones de amor, he sido ingenua. Los raspones de rodillas sanan, siempre. Desde el sillón, la escalera