¿Te lo crees de una vez?
A ti,
que pintas con colores alegres
cada triste navidad.
Que no necesitas
envolver tu sonrisa
con adornos de mentira.
Que cada necesitado afortunado
que cruzas en tu camino,
sale reconfortado
por un abrazo sincero
que sólo tú sabes dar,
sellando el vacío de la depresión
con un lazo
digno del paquete
que contiene
la paz en el mundo.
A ti,
que das y aún esperan
que quieras recibir
mientras estás dando de nuevo.
Que no sabes el sabor de la victoria
y no por perdedor
¡Cómo te gusta verlos felices!
A ti,
que entonas canciones tristes
con notas mayores,
porque sabes que quien las compuso
no estaba en su mejor momento y
crees que así le recuerdas
lo cerquita que estaba
de volver a ser feliz.
A ti y siempre a ti,
no te olvides de lo que escribes
y cree siempre en ti,
porque vales mucho
y estás harto de oírselo decir
a todo el mundo.
