Vidas pasadas
De las vidas que recuerdo, os puedo contar:
Una vez fuí bacteria y la vida me duró un suspiro.
Fuí feliz siendo mosca cojonera, hasta que descubrí que te pasas la vida frotándote las manos y para cuando quieres volar ya eres viejo.
También fuí margarita, desmembrada rapidamente y pisoteada, porque por simple orgullo dije “no”.
Siendo polilla fui hacia la luz ¡era tan brillante!
Hasta una vez fui rico y bastante cabrón, no me estraña que esas buenas gentes me cortaran la cabeza en la plaza central.
Creo que fui pez.
Tambien fui paz, eso si que fue fugaz.
Gran simio, condenado por dos manos capaces de apagar tus Habanos.
Rinoceronte y elefante expropietarios de trofeos, que sin duda, decoran hoy el salón de algún ricachón, que no pasará por la guillotina.
He sido mentira de largas patas, espécimen singular, que no llegó a nada.
Hoy símplemente soy un contador de historias. Adoctrinador, de esos que no se aplican el cuento, de los que tropiezan una y mil veces en la misma piedra y así será hasta que la muerte me separe.
