De «Nuevos cantos mañaneros, desafinados y mudos»
no soy poeta ni no
seguir reglas pero si están
por favor, siéntese usted para pod… y sin riesgo de desmayo porque hoy… el día internacional de los derech… sí, con confianza, ríase usted de… que no saben que los humanos son l…
Aunque sean molinos son gigantes,… Sé de lo que me habla siempre que…
Lo que perdura una vida, es un dilatado segundo. Vemos cuan inútil resulta invertir en contarlo, tocarlo, cuando estamos pisando
Discípula inequívoca matando a una… Hija perfecta salvando a hijos imp… Hermana pública multiplicando por… Contravención de estatutos natural… Lógica de las hormonas futuristas…
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
nazco de mí lo veo desde la lejanía la sangre asusta a mi sangre la vida consuela a mi vida
no todo puede ser gracioso
El día de la madre, de mi madre, e… Ella me enseñó a ser lector, y a r…
Para que los libros estén en todos los lugares.
Aguas negras de color rojo que nad… Hacinamiento ulterior a la muerte. Igualdad de partes en partes desig… Restos remojados en espera de la l… Pictogramas de la colombianidad mo…
La humanidad vino de un árbol que… La humanidad es una pared a punto… La humanidad, conmigo adentro, es…
Vivimos tiempos difíciles, ser uno mismo es la revolución.
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.