De «Leyes mudas de la mano alzada»
Desperté afuera de Borges para si…
lamento destruir sus castillos en… pero yo soy el hombre más rápido d… me lo imaginé ya a usted apuntándo… cuando todavía usted ni el disparo… y lamento destruir mis castillos e…
Soy poeta y no tengo remedio. Ni quiero tenerlo. Soy poeta, y es irremediable:
Que me lo quiten todo. Quiero que regrese la poesía.
Desperté dentro de Sergio Marente…
no soy poeta ni no
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
La veo acercarse, por mí. Sin traje de gala arrima, sin armas. De albo fulgoroso viste sus negras empresas. La veo cada noche, en mi cama,
La señal del cosmos se trenza en e… para que yo, grillete último, líe… lo emancipe y lo vislumbre, vuelto un trapo, inmundicia, y con el pesado parpado,
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
—¿Me enseñas a escribir poesía? —Eso no se enseña. —¡Enséñame! —No la escribas. —Gracias.
Juegos de los fuegos artificiales… Rapapolvos amangualados de los uni… Mutismo por miedo a sucumbir indig… Indolencia del régimen con el rest… Fronteras intangibles en la estrat…
—Nos vemos allá, si te parece. —Sí, seguro, pero, ¿cómo te recono… —Soy el que va disfrazado de perso…
La vida es estratégica y regresa, siempre y sin falta, cuando me estoy muriendo.
fui niño y lo supe