De «Disentir de las paredes en blanco»
—¡Mira, una estrella fugaz! —¿Qué pasa con las estrellas fugac… —Que se debe pedir un deseo. —Ah… —¡Pídelo!
sin pena ni gloria lo digo necesito de su ayuda para terminar… gracias por su ayuda
una bestia huye de mí y sobrevive yo huyo de otra bestia que sobrevivió
señor pasajero, si su avión no se… se lo debe a santa bona de pisa aunque en los aeropuertos no se ha… y los que aterrizan regresen al at…
No importa quiénes sean los comensales al otro lado del libro. La poesía no sabe dar de comer.
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
La poesía es como los relojes: funcionan todos igual, pero diferente. Como el pan antes de serlo,
Más que temerle a qué dirán le temo al qué diré.
animal de siete cuerpos contaminad… derrotados por la pérdida de sí mi… ojalá haya guardado en un cajón fo… y todas las pruebas de sus triunfo… para cuando sus hijos crezcan
El secreto de este negocio es que siempre estamos leyendo.
[el poeta en cuestión se ahorró es… … [aún espera el pago de los interes…
De la tierra viene todo lo que va hacia ella.
Desperté dentro de Sergio Marente…
Para qué un poema extenso si la vida dura un verso.
—¿Jefe, me da permiso para ir al e… —Ahora no se puede, la producción… —Disculpe jefe. Gracias. Permiso.…