Cargando...
Sigfredo Ariel

Sobre cierto espíritu errante

de los años 80

En las fiestas más bien íngrimas     qué cosa
festejamos con té ruso, un par de velas
qué conmemoramos sino acontecimientos
que tendrían lugar en el futuro    si acaso
tal vez en el futuro.
 
Y de qué hablábamos
–quicio, vano de puerta, habitación de hotel:
Ambos Mundos, el Louvre
cuartos entonces para seres humanos
no para turistas.
 
Noches momentáneas llegaban en tren
o en la cama de un camión de los extremos
de aquellas parentelas consanguíneas
que inmolamos a favor de qué.
 
Estuvimos de antemano en esta actualidad.
Tomamos puro ajenjo tropical amargo dulce
conseguido de manera sinuosa lo único que queda
antes de la nunca escrita ley
–estación de  estación de sequía, estación pluvial
cuando noche era parte de cuerpo
y cigarro parte de conversación
 
(aunque existían otras cosas para otros
claro está: casa teléfono fax un viaje
al extranjero representando algo).
 
Fue sencillo y bastante funcional:
noche era parte de cuerpo
y cigarro parte de conversación
luego al camino sin interrogaciones
ni permisos de entrada y de salida.
 
Pero había otras cosas, claro está
y no hay por qué explicarlo en esta hoja.
 
Los que fuimos
y luego regresamos de dos o tres lugares
                                                          pienso
nos vamos a reunir
con aquellos que tardaron
años y años en volver
 
pasado un tiempo, quizás algunos días
no tendrá demasiada importancia
mejor dicho no tendrá importancia alguna
 
porque viaje y permanencia
serán parte
si acaso de espejismo.
 
     ¿y de qué hablábamos tanto,
quicio, vano de puerta, habitación
de hotel?
¿Disfrutate esta lectura? ¡invítanos a un café!.
Tu ayuda nos permite existir.
Otras obras de Sigfredo Ariel...



Arriba