#EscritoresArgentinos
En tu jardín secreto hay mercenari… dulzuras, ávidas proclamaciones, crueldades con sutiles corazones, hay ladrones, sirenas legendarias. Hay bondades en tu aire, solitaria…
No vengas, te conjuro, con tus pie… con tu vetusto horror con tu conse… con tu escudo brillante con tu esp… con tu verdor insólito de hiedras. En aquel árbol la torcaza es mía;
Si la verdad se vuelve una mentira… si se vuelve dolor la dicha aviesa… si se vuelve alegría la tristeza con sus falsas promesas cuando exp… si la virtud a la cual en vano asp…
Mátame, espléndido y sombrío amor, si ves perderse en mi alma la espe… si el grito de dolor en mí se cans… como muere en mis manos esta flor. En el abismo de mi corazón
Nube que miras en lo alto del ciel… mi condición humana y modificas las formas de tu cuerpo y de tus c… si alguna vez he visto deshacerse tu cuerpo de caballo o de sirena,
Los delfines no juegan en las olas como la gente cree. Los delfines se duermen bajando ha… ¿Qué buscan? No sé. Cuando tocan el fin del agua
Como Casandra yo escuché tu paso en las baldosas de la galería. Como ella, adivinaba yo en los día… y en la voz recurrente del ocaso lo que ocultabas y conozco tanto.
A veces me pregunto, al escuchar como un recuerdo ya, el zorzal can… en los fondos más dóciles del sueñ… qué persigue la vida en su diseño y en qué nos tornaremos cuando nad…
En el verano de un balcón, en Fra… mirábamos los cedros extranjeros y un demasiado azul en la distanci… lago, lejos de ceibos y jilgueros. Nos gustaba una patria más vacía:
Cuando perdida vago entre sombrías piedras sin luz y sin admiración llego arrepentida a tu mansión, a tus secretas y hondas galerías donde me espera lo que me ofrecías…
Quiero morir si de mi vida no hall… la meta del misterio que me guía, quiero morir, volverme ciega y frí… como la planta que fulmina el rayo… Si lo que ansío decir es lo que ca…
Del jardín se alejaba y volvía, aquella tarde, el cascabel de un c… Lo escuché todo el tiempo, hasta l… Como un recuerdo ya me entristecía… Subí a las barrancas del poniente
Él, que paseaba un día coronado de flores de durazno y de cerezo, el triste Okinamaro como un preso a la isla de los perros fue expuls… Cuando volvió al palacio oscuro, h…
Si soy en vano ahora lo que fui, como la blanda y persistente arena donde se borra el paso que la orde… no he sufrido bastante, amor, por… Ah, si me hubieras dado sólo pena