#Argentinos #Mujeres
A orillas de las aguas recogidas en la luz regular del suelo unidas como si juntas siempre caminaran, solas, parecería que se amaran, en la sal de la espuma con estrell…
Nube que miras en lo alto del ciel… mi condición humana y modificas las formas de tu cuerpo y de tus c… si alguna vez he visto deshacerse tu cuerpo de caballo o de sirena,
Nos iremos, me iré con los que ama… dejaré mis jardines y mi perro aunque parezcas dura como el hierr… cuando los vientos vagabundos bram… Nos iremos, tu voz, tu amor me lla…
Quiero morir si de mi vida no hall… la meta del misterio que me guía, quiero morir, volverme ciega y frí… como la planta que fulmina el rayo… Si lo que ansío decir es lo que ca…
A veces me pregunto, al escuchar como un recuerdo ya, el zorzal can… en los fondos más dóciles del sueñ… qué persigue la vida en su diseño y en qué nos tornaremos cuando nad…
Lo único que sabemos es lo que nos sorprende: que todo pasa, como si no hubiera pasado.
A veces te contemplo en una rama, en una forma, a veces horrorosa, en la noche, en el barro, en cualq… mi corazón entero arde en tu llama… Y sé que el cielo entre tus labios…
No lograrás que ciega sea tu frent… en tus cerrados ojos persistente será el mundo que has visto; sus r… serán los dibujados azulejos de trémula memoria que has guardad…
La luz de su cuarto me habla de él… me acompaña cuando tengo miedo, y siempre tengo miedo porque soy v… oye su paso sobre los mosaicos de… va a su encuentro cuando abre la p…
Te hablaba del jarrón azul de loza… de un libro que me habían regalado… de las Islas Niponas, de un ahorc… te hablaba, qué sé yo, de cualquie… Me hablabas de los pampas grass co…
Mátame, espléndido y sombrío amor, si ves perderse en mi alma la espe… si el grito de dolor en mí se cans… como muere en mis manos esta flor. En el abismo de mi corazón
Él, que paseaba un día coronado de flores de durazno y de cerezo, el triste Okinamaro como un preso a la isla de los perros fue expuls… Cuando volvió al palacio oscuro, h…
Como Casandra yo escuché tu paso en las baldosas de la galería. Como ella, adivinaba yo en los día… y en la voz recurrente del ocaso lo que ocultabas y conozco tanto.
Caminábamos lejos de la noche, citando versos al azar, no muy lejos del mar. Cruzábamos de vez en cuando un coc… Había un eucalipto, un pino oscuro
Envejecer también es cruzar un mar de humillaciones cada día; es mirar a la víctima de lejos, con una perspectiva que en lugar de disminuir los detalles los agranda. Envejecer es no pod...