#EscritoresArgentinos
Envejecer también es cruzar un mar de humillaciones cada día; es mirar a la víctima de lejos, con una perspectiva que en lugar de disminuir los detalles los agranda. Envejecer es no pod...
No lograrás que ciega sea tu frent… en tus cerrados ojos persistente será el mundo que has visto; sus r… serán los dibujados azulejos de trémula memoria que has guardad…
Las caras de los hombres que en mi… me persiguen y viven adentro de mi… Las caras de los hombres que he en… me miran y me abruman. Podría dibujarlas pero nunca me at…
A orillas de las aguas recogidas en la luz regular del suelo unidas como si juntas siempre caminaran, solas, parecería que se amaran, en la sal de la espuma con estrell…
No vengas, te conjuro, con tus pie… con tu vetusto horror con tu conse… con tu escudo brillante con tu esp… con tu verdor insólito de hiedras. En aquel árbol la torcaza es mía;
Cuando perdida vago entre sombrías piedras sin luz y sin admiración llego arrepentida a tu mansión, a tus secretas y hondas galerías donde me espera lo que me ofrecías…
Mátame, espléndido y sombrío amor, si ves perderse en mi alma la espe… si el grito de dolor en mí se cans… como muere en mis manos esta flor. En el abismo de mi corazón
SI llevaran las lágrimas inscript… verías que no lloro, como parece,… si fueran piedras, vidrios grabado… verías el favor que me hacen al co… con perfección y cuánto.
Nos iremos, me iré con los que ama… dejaré mis jardines y mi perro aunque parezcas dura como el hierr… cuando los vientos vagabundos bram… Nos iremos, tu voz, tu amor me lla…
Quiero morir si de mi vida no hall… la meta del misterio que me guía, quiero morir, volverme ciega y frí… como la planta que fulmina el rayo… Si lo que ansío decir es lo que ca…
Caminábamos lejos de la noche, citando versos al azar, no muy lejos del mar. Cruzábamos de vez en cuando un coc… Había un eucalipto, un pino oscuro
Qué ángel te librará de la tristez… y te despertará un precioso día sin memoria de lo que te afligía y te dirá al oído: “Escucha y cesa tus llantos. En mis brazos no te p…
Lo único que sabemos es lo que nos sorprende: que todo pasa, como si no hubiera pasado.
Como Casandra yo escuché tu paso en las baldosas de la galería. Como ella, adivinaba yo en los día… y en la voz recurrente del ocaso lo que ocultabas y conozco tanto.