Una mañana perfecta para un baldazo de mierda
No me gusta escribir en la mañana
cuando el cielo se empieza a aclarecer,
las luces de la calle comienzan a apagarse
y la ciudad despierta entre bostezos famélicos
con el ruido insolente de los buses
y los coches de aseo;
con las casas y sus luces
y sus relojes despertadores
o el kikirikiar de sus gallos en la terraza,
con sus aguas hirviendo en las cocinas
y las panelas chocando en las esquinas de los patios
mientras la sinfonía de las tuberías
le dicta que ya empieza la rutina
al buen hijo, al buen esposo, a la buena madre
¡Al buen ciudadano!
¡Al buen parásito!
¡Al bueno para nada!
Menos a mí...
Su puto día empieza y mi magnífica noche acaba
¡Bah!, me los imagino con su cara de buenos días
bañando su piel de esclavo
tarareando algún vallenato o merengue
afeitándose y cepillándose sus sucias bocas
preparándose para salir al mundo
¡A su mundo!
Al mundo de mensajero
Oficinista
Policía
Carnicero
Estudiante
Señora del aseo
Conductor de servicio público
Conserje
y si de pronto ha tenido suerte...
Abogado
Médico
Gerente de banco
Primer ministro
Actor
Escritor (de libros de superación)
Arquitecto.
¡Mierda! Es miércoles 7:45am
y a las 8:00 am pasa el camión de basura
¡Solo espero que esta vez no olviden mi basura!
Me preparo un tinto y me dirijo a la ventana
con la bolsa de basura en mano,
enciendo un cigarrillo y simplemente contemplo
el sonido de las chapas de las puertas
como se tergiversa con el cantar de los pájaros;
observo a mis homónimos humanos saliendo a la calle
con pasos acelerados, ellos miran y miran su reloj
¡Salen cual larvas entre la mierda!
Desde la lejanía un sonido se aproxima
¡Es el sonido del camión de la basura!
Yo sonrío, yo sonrío, yo sonrío
Alzo la mirada al cielo
¡Oh tan azul y colorido!
Se acerca, se acerca, se acerca
¡Abro la puerta! Y salgo a la acera
Con la basura y mi cigarrillo a medio terminar
el camión de la basura pasa de largo
y la basura me deja.
¡Ey, hijos de puta, han dejado mi regalito para sus mamás!
