(Miau…)
#EscritoresChilenos
Quisiera tener cien pesos pa´ buscarme un amorcito, porque de balde no hay caso que me quieran un poquito. Quién tuviera, señores,
Los amores del sacristán son dulces como la miel, amor que no se deseda no puedo, vida, vivir con él.
Si lo que amo tiene dueño digo que me moriré, tan lejos venirte a ver mira si no te quedré. Póngame siete botellas,
La mujer que yo más quiero en la sangre tiene hiel, me deja sin su plumaje sabiendo que va a llover, sabiendo que va a llover.
A verte vengo esta noche, por no venir de mañana, si quieres saber quien soy, abre tu puerta tirana. Abre tu puerta tirana,
Son tus ojos los que busco No los encuentro; Son tus labios los que quiero Ver sonreír Pero ellos me son tan ingratos
Qué te traé por aquí eso habrís de contestar, si me pensai engañar, yo habré de engañarte a ti. Andate con claridad
Por este joven que baila me castigo en un convento y la niña que se vaya al séptimo regimiento. Para qué le digo más.
Yo no sé por qué mi Dios le regala con largueza sombrero con tanta cinta a quien no tiene cabeza. Adónde va el buey que no are,
Quién remara mi alma, como un chilote y una damajuana, caramba, dentro del bote. Quién bailara niña,
Qué palabra te dijera que llegue a tu corazón con la fuerza que al enfermo lleva la muerte su voz, reinando sobre lo humano
Ya llegó tu medio amante que medio andaba perdido. Medio te viene a buscar porque medio te ha querido. Medio arrepentido vengo.
Hasta cuándo, ingratonazo hasta cuándo matar quieres, ayer me dejaste herida con agujas y alfileres. No tengo la culpa, ingrato,
Gracias a la vida que me ha dado t… me dio dos luceros que, cuando los… perfecto distingo lo negro del bla… y en el alto cielo su fondo estrel… y en las multitudes al hombre que…
Escucha, vidita mía, mis suspiros y lamentos, que yo por quererte a ti olvidé los mandamientos. El primero amar a Dios,