Por este joven que baila me castigo en un convento y la niña que se vaya al séptimo regimiento. Para qué le digo más.

En la prisión de la ansiedad medita un astro en alta voz, gime y se agita como león como queriéndose escapar. ¿De dónde viene su corcel

Tan demudado te hei visto que no me querís ni hablar, lo que me das a entender que me querís olvidar. Cuando llego y te saludo

Ya me voy a separar apiádate, corralero, pero tú, precioso cielo, me has pagado con vengar. Yo tengo seguridad

Qué contenta estarás, bella joven, reclinada en tu lecho de flores y yo vengo en mis noches sombrías a cantarte mis bellas canciones. Bella joven que ahora duermes

Son tus ojos los que busco No los encuentro; Son tus labios los que quiero Ver sonreír Pero ellos me son tan ingratos

Se juntan dos palomitos en el árbol del amor; fin de la separación que los tenía contritos. Brillaba con sus rayitos

Amada prenda querida que has sido mal pagadora, tanto como te quería te tenía en la memoria. Te tenía en la memoria

Qué pena siente el alma cuando la suerte impía se opone a los deseos que anhela el corazón. Qué amargas son las horas

¿Por qué será, Dios del cielo, que no se resigna el alma cuando nos cambian la calma por olas de desconsuelo? Tal vez sea por orgullo

Cuando te vais a casar mándame a avisar con tiempo para hacer dos fiestas juntas, mi muerte y tu casamiento. Cuando te vais a casar

Cuando habrá como casarse vivir en gracia de Dios si se han de estimar los dos los dos van a remediarse. Han de saber respetarse

M’hijito: llegaste al mundo en hora muy principal. Ya redondeaste un año, yo te vengo a saludar. Que se sienten a la mesa

Una naranja me dieron, a mi dos me la quitaron, entre tres la arrebataron, cuatro por mí se opusieron, cinco la vida rindieron,