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¿Cómo “ser demasiado” se convirtió en "no ser suficiente? . . .

Del tan detestado "no te preocupes, ya llegará algo mejor. . . "

Hablaba con una muy querida amiga mía sobre cómo las relaciones se tornan tan “complicadas” en un abrir y cerrar de ojos (bueno, por lo menos así parece para ella y para mí) . . .
Todo esto surge de una charla telefónica en la que caemos en cuenta de varias cosas, entre ellas, que sus relaciones (o las mías) parecen espejo de lo que la otra ya vivió.
De ahí, nace una idea intrusiva que no me deja dormir ¿Cuándo o cómo pasamos del “eres demasiado” a sentirse como “no ser suficiente”? Y es que en más de una ocasión, (y supongo que a más de una persona) nos ha sucedido algo así, que te estas relacionando o 'conociendo’ a alguien y parece que todo está fluyendo bien y de repente, empiezan las actitudes extrañas, el distanciamiento, los malos modos o de plano el bendito “ghosting”. . . y me puse a pensar que no sé qué ha sido peor, que no tengan el valor suficiente para decir '¿sabes qué?, pues nos estábamos llevando bien, pero esto no es lo que busco’ o el 'estoy conociendo/saliendo/andando ya con alguien más’ o que de plano te lo digan con todas sus letras (ya sea porque tuvieron una mínima de responsabilidad afectiva o porque de plano “los cachaste” (que esta última me ha pasado y cómo me jode la existencia). . .
El punto es que, cualquiera que sea el caso, a ella, a mí y a varias muchas personas que conozco, nos ha pasado eso y al externarlo con tu red de apoyo, nunca faltan frases como “es que eres demasiado para esa persona. . .” o “no sabe lo que se pierde”, entre muchas, MUCHÍSIMAS otras (igual de vacías que terminan no ayudando en casi nada), y si es así ¿cómo diablos se acaba sintiendo como que no fue suficiente lo que se hizo? Como que no se dio lo suficiente (?), algo faltó (?),  en algo se falló (?). . .
Y es que con esta nueva ola de “empoderamiento” (que no tiene nada de malo) pues te quedas con esa idea y procuras seguir con tu vida normal, viviendo (o no) el duelo que la situación conlleva, pero sigue ese gusanito en tu cabeza con las frases que usó cada persona con la que no funcionó,  te taladran una y otra vez. . .'Es que eres demasiado, incluso para mí'. . .'¿Quién querría estar contigo?'. . .'Es que no puedo elegir. . .no sé cómo. . .’. . .'Es que no quiero estar con nadie, no quiero nada con nadie. . .' (pero ya tiene una relación con otra persona).
Y caes en esa espiral que no hace más que envolverte en la idea de que por más que hagas, por más que digas, por más que des, por más que te esfuerces, nunca, JAMÁS, será suficiente. . .por lo menos no, para quien no te quiere. . .o lo que quiere, definitivamente no eres tú o no es contigo. . .

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