Escrito el 27 de Abril del 2019
Un grito armónico ruega hacer algo de interés, y suena, y suena otra vez; sólo el oxígeno llega. Ante eso, el sonido entrega
Me enamoré de simples consonantes, vocales y emoticones danzantes del baile del “te amo”. Con tus fa… zapatillas y mallas al desgaire y tu tutú hipócrita, y un leotardo
En mis escritos, la persona en quien piense es el autor. En este, por ejemplo, el autor es anónimo.
Hora es de convertir la poesía en lo que siempre tuvo que haber s… desde que el lector genera sentido en una obra donde sólo existía el sentido que yo le daba, ¿había
Buen instante al renacer otro invi… para medir mi paso por la cumbre. Cuando respondo gracias (por costu… al “feliz cumpleaños” no discierno mi felicidad, ¿qué tanto gobierno
¿Cómo que observas un nueve donde veo un seis? Admito que cuando él calla, yo grito porque a mí no me conmueve sentir seco donde llueve
En ustedes recae cualquier verso, estrofa y poema, por la inherente voz que conceden a lo que se sient… o se piensa. ¿Será que en el rever… de ustedes se limita otro universo…
Sumo, resto, multiplico, divido, registro mis defectos y mis dones, mis penas y alegrías, mis razones y sentimientos, todo lo que he sid… todo lo que seré, todo lo mido
Un enamorado camina con un “me encantas” en la boca, ignorante en lo que le toca vivir en la próxima esquina. La desilusión se avecina
Madre, esto no saldrá de mi gargan… porque me enseñaste a ser más de t… que de voz. Tú desconoces el pacto que tengo, donde mi saliva aguanta resentida para salir derecha.
Tocas arriba de mí, gota tras gota tras gota. Dibujo por la ventana los versos más melancólicos que el cielo atrevió a soltar.
¿Cómo pretendes que te olvide? Tu nombre es para que subraye, mi lápiz quiere que te raye y ya comprenda cada espacio. Mi suspiro no se decide
La vida trata de no cambiar las velas, sino el pastel.
Pido disculpa para cada chance que tuve, y no le di destinatario. Me volví en un consciente solitari… cuyo constante callar fue el perca… de no tener ni a quien dar un salu…
El horizonte enseguida se esconde. Mis manos ya no producen tsunamis impactantes en los dedos. Mis dedo… establecen un silencioso dónde sin un cómo. Un hábitat de origami…