Cargando...

"Dame un hogar y sanaré..."

Dame un hogar y sanaré tus espaldas.
Tus labiales alabanzas las alabanzas únicas.
Así quiero que me cuentes cómo y cuánto me buscaste
y que así rememores todos los nombres de la ausencia,
de cuando éramos aún tan remotos cara a cara
y que queden sepultados bajo el cemento del olvido.
Y yo
hago una cueva para ti en el
                                            vano de mi abrazo,
                                            en la sima de mis brazos
                                            en el régimen feudal del hueco de mi regazo.
La devoción enfermiza
que dormía en una caja pequeñita con un diagrama.
Y ahora la omnipresente resonancia de tu frente,
y la íntima estancia donde nadie es más que tú.
También tú en la viva esfera hiciste una ofrenda,
aquella sonora y álgida quietud de tu castillo.
 
Soy la Cristiana.
 
Hoy me decían que las cosas oscuras son cosas terribles.
Tacho las líneas, cierro los libros, tengo derecho a un ejército.
Deseo mecerlos, los nombres brutales que me dabas, mecerlos de nuevo.
Juntos dejamos caer nuestras diplomaturas con el mundo.
 
Cuándo callarán.
Mi nombre es Cristiana.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Yolanda Castaño...



Top