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ROSAS NEGRAS

Rosas negras caen de nuestro cielo. Velo fúnebre que cubre nuestros rostros
Ocultando un poco la tristeza de nuestros ojos, imposible la del alma. Rosas
Negras en una tarde cruel, que demuestra que la muerte es nuestra amante fiel,
Silencio que estorba a la conciencia, sobre mejillas lágrimas de inocencia, más que de tristeza.

Rosas negras... velo fúnebre... tarde cruel... cielo gris
¿podrá el tiempo esconder esta cicatriz?

Y al caer la lluvia seremos los mismos de antes hasta que recordemos el momento, aquel instante.

Poco a poco y muy suavemente comienza un sollozo, ¿quién lo diría? Si hace poco gritábamos de gozo. Se expande no solo por esta sala, si no también en nuestros cuerpos el sonido del sufrimiento, tan fuerte lloramos que hasta perdemos el aliento.

¿Donde esta? Se distingue entre lamentos que alguien pregunta, rosas negras que responden marchitándose, mientras almas llenas de tristeza siguen lamentándose.

¿Por qué te lo has llevado? Pregunta sin respuesta, pues las existentes al humano entenderlas cuesta, y cargaremos con miles de lamentos por siempre a cuestas.

Malditas rosas negras, maldito velo fúnebre!
cielo, nos has quitado parte de nosotros, evitado sonrisas futuras y seguramente muchas aventuras y  hoy... hoy solo nos queda rosas negras.

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