(1965)
De "Los trabajos y las noches"
#EscritoresArgentinos
Sólo la sed el silencio ningún encuentro cuídate de mí amor mío cuídate de la silenciosa en el des…
Debajo de mi vestido ardía un camp… como los niños de la medianoche. El soplo de la luz en mis huesos c… tierra. Palabra o presencia seguid… triste como sí misma, hermosa como…
Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y ...
Vida, mi vida, déjate caer, déjate… déjate enlazar de fuego, de silenc… piedras verdes en la casa de la no… caer y doler, mi vida.
¿Qué bestia caída de pasmo se arrastra por mi sangre y quiere salvarse? He aquí lo difícil: caminar por las calles
La mano de la enamorada del viento acaricia la cara del ausente. La alucinada con su «maleta de pie… huye de sí misma con un cuchillo e… La que fue devorada por el espejo
en nastalgique je vagabandais par l’infini. C.de G La mano de la enamorada del viento acaricia la cara del ausente.
Llamé, llamé como la náufraga dich… a las olas verdugas que conocen el verdadero nombre de la muerte. He llamado al viento,
Ante todo una mancha roja, de un rojo débil pero no sombrío y ni siquiera opaco. La mancha configura un sombrero colorado que se inserta en el color arena húmeda del suelo compuesto por...
Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro,
ya comprendo la verdad estalla en mis deseos y mis desdichas en mis desencuentros en mis desequilibrios
Los ausentes soplan grismente y la… La noche tiene el color de los pár… Huyo toda la noche, encauzo la per… canto para mis males, pájaros negr… Grito mentalmente, me confino, me…
La noche se astilló de estrellas mirándome alucinada el aire arroja odio embellecido su rostro con música.
¿Y si nos vamos anticipando de sonrisa en sonrisa hasta la última esperanza? ¿Y qué? ¿Y qué me das a mí,
Insiste en tu abrazo, redobla tu furia, crea un espacio de injurias entre yo y el espejo, crea un canto de leprosa