¡Resérvame espacio!
Mañana tengo una cita con tus besos.
Recíbeme sin límites en la alcoba de
tu cuerpo.
Yo, convaleciente de pecado,
Te timaré todo el pelo,
Arrancaré tus deseos desde adentro,
Conmoveré cada espacio desterrado,
Cada testimonio, tú y yo, en ascenso.
Ábreme las puertas de tu pecho,
Besa cada pedazo de mí, de mis deseos.
Déjame llegar, le haré cosquillas a
tu espalda,
Lloverán gemidos que se lanzan desde
el cielo,
Enterraré mis ganas en las tuyas
Y se hará la luz, se alumbrarán todos
los huesos.