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EL VENDEDOR DE HAMACAS

Lo conozco, es de mar
su espíritu esta preso anclado en tierra.
La edad, el desempleo lo ha varado
como un albatros
de alas fatigadas, suspirando sus brisas salobres,
sus náuticos paisajes siderales.
 
Viejo de nudos diestros
engarza telarañas que son lechos flotantes,
evoca sus amarras marineras,
trama sus redes como antaño
pero fabrica hamacas cómodas y vistosas
para llevar sustento a su familia.
 
Ha llegado temprano hasta la plaza
con todo el entusiasmo
de su pasado pescador, viajero.
Una nueva aventura, aunque sea terrenal
en seco ambiente, atrapar sus centavos
con redes-parihuelas.
No hay más por el momento,
zarpar sobre la tierra paso a paso
y esperar que la gente
quiera confiar sus sueños sosegados
en los catres colgantes entretejidos
por sus recios dedos
que otrora aseguraron el velamen.
 
Llegan los inspectores de comercio
fauces babeantes, cuellos blancos muy monos
enfundados en la investidura municipal.
Son títeres corruptos del estado,
hienas que se reparten
con los buitres “de arriba”
el salario ganado que en sus manos
es botín de carroña.
Impunes al amparo del sistema
y su escolta de torvos gendarmes, peritos en barbarie
arrebatan al hombre
sus nudos de ensueño,
sus esperanzas de supervivencia
porque da mal aspecto hacia el turismo,
porque es una evidencia del estado fallido,
porque no tiene en regla su permiso
para ganar mendrugos
y porque así nomás les da la gana.
 
El rudo tejedor senil y digno
que lidió tempestades, invicto en contingencias de altamar
no les da tregua,
no suelta el pan que llevará a sus hijos
pero recibe el peso de la ley
a golpes,
es el gobierno y “sabe cómo hacerlo”.
 
Gana la impunidad, la prepotencia
tirado el marinero yace inerte
sin barca y sin sus redes de los sueños.
Se han ido los chacales,
un nuevo operativo consumado;
parte sin novedad, nadie vio nada.
 
La gente da un rodeo en esa banqueta
evitan al borracho que duerme a pierna suelta
ante la indiferencia de la plaza.

Este poema está basado en un hecho de la vida real, ocurrido en Chiapas hace unos días. El poema fue escrito el martes 8 de octubre de 2013.

#Hamacas #Injusticia #Inspectores #Mar #Nudos #PobrezaPrepotencia #Viejo

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