Nadie te va a abrir la puerta. Si… Insiste. Al otro lado se oye música. No. E… teléfono. Te equivocas.

Suficientes razones, suficientes r… Bajo ellos, no más grande que ello… Suficientes razones, suficientes r… Suficientes razones para mirar por… Poderosas razones para antes y des…

Nieve, labios rojos, una gota de fuego, un grito que nadie escucha. Éste es el día en que llega la ácida primavera,

VII Toda la palidez inexplicable es el… Travesía de muralla a muralla, el abismo es el párpado, allí naufraga el mundo

El agua de tu rostro en un rincón del jardín, el más oscuro del verano, canta como la luna. Fantasma.

Aquella torturada nube parecía tan… ambulando, desgarrando, chocando con masas de ángeles. Cóncava,

inmóvil devora luz se abre obscenamente roja es la detestable perfección de lo efímero infesta la poesía

II El rayo ha perfumado ferozmente nu… Tenemos sed, tenemos prisa por gol… con el hueso de una flor en la tin… Hay un árbol talado en esta histor…

digamos que ganaste la carrera y que el premio era otra carrera que no bebiste el vino de la victo… sino tu propia sal

Se fue el día, las escamas del sueño giran. Todo desciende, la noche es el tedio. En el desierto, a oscuras,

Y de pronto la vida en mi plato de pobre un magro trozo de celeste cerdo aquí en mi plato observarme

Junto al pozo llegué, mi ojo pequeño y triste se hizo hondo, interior. Estuve junto a mí, llena de mí, ascendente y profunda…

VIII Despierto. Primera isla de la conciencia: un árbol. El temor inventa el vuelo.

el querido animal cuyos huesos son un recuerdo una señal en el aire jamás tuvo sombra ni lugar desde la cabeza de un alfiler

Vuelvo a contar mis dedos. (La flor helada, la desconocida ca… que me acecha se descuelga y da voces.) Yo miro las paredes y sus frutos r…