Recogido por Esteban Peicovich en su libro "Borges, el palabrista"
#EscritoresArgentinos
Pompas del mármol, negra anatomía que ultrajan los gusanos sepulcral… del triunfo de la muerte los glaci… símbolos congregó. No los temía. Temía la otra sombra, la amorosa,
La rosa, la inmarcesible rosa que no canto, la que es peso y fragancia, la del negro jardín en la alta noc… la de cualquier jardín y cualquier…
Durante cien otoños he mirado tu tenue disco. Durante cien otoños he mirado tu arco sobre las islas. Durante cien otoños mis labios
No acabo de entender por qué me afectan de este modo la… que le sucedieron a Bürger (sus dos fechas están en la encicl… en una de las ciudades de la llanu…
¿Dónde está la memoria de los días que fueron tuyos en la tierra, y t… dicha y dolor y fueron para ti el… El río numerable de los años los ha perdido; eres una palabra e…
Tú cuya carne, hoy dispersión y po… pesó como la nuestra sobre la tier… tú cuyos ojos vieron el sol, esa f… tú que viniste no en el rígido aye… sino en el incesante presente,
Que otros se jacten de las páginas… a mí me enorgullecen las que he le… No habré sido un filólogo, no habré inquirido las declinacion… la de que se endurece en te,
Sin proponérmelo al principio, he consagrado mi ya larga vida a las letras, a la cátedra, al ocio, a las tranquilas aventuras del diálogo, a la filología, que ignoro, al misteri...
Convencidos de caducidad por tantas nobles certidumbres del… nos demoramos y bajamos la voz entre las lentas filas de panteone… cuya retórica de sombra y de mármo…
Mi propósito es comentar los versos más patéticos que la literatura ha alcanzado. Los incluye el canto XXXI del Paraíso y, aunque famosos, nadie parece haber discernido el pesar que hay...
De un lugar del reino de Francia trajeron los cristales y la piedra para construir en la isla de Manha… estos cóncavos claustros. No son apócrifos.
En un corredor vi una flecha que indicaba una dirección y pensé que aquel símbolo inofensivo había sido alguna vez una cosa de hierro, un proyectil inevitable y mortal, que entró en la ...
Por aquí habré pasado tantas veces… No puedo recordarlas. Más lejana que el Ganges me parece la mañana o la tarde en que fueron. Los reve… de la suerte no cuentan. Ya son pa…
En 1897 la disparó contra el presidente del Uruguay un muchacho de Montevideo, Arredondo, que había pasado largo tiempo sin ver a nadie, para que lo supieran sin cómplice. Treinta años ...
El hombre se despierta de un incie… sueño de alfanjes y de campo llano y se toca la barba con la mano y se pregunta si está herido o mue… ¿No lo perseguirán los hechiceros