Capacitarse es cubrirse de ortigas en lo desnudo de la profundidad, es un vuelo carencial de remedios contra la insatisfacción del espej… todo poeta anclado en el orgullo d…
Johnny Thunders se cayó del caballo, recuerda muy bien los nombres y la primera herida fue mortal. Ahora,
Capturando los momentos y uniendo como buen hilador, un hombre se ac… a donde, y como, ha llegado, y el… en el que se encuentra, solo él lo… Interioriza las agujas y teje patr…
Maldito y gigantesco proceso el devenir de la cualidad cuando por ella nos atamos al mastil de la nave más veloz. No hay en nosotros mas que migajas
Yo soy poeta, algo me hace distint… de esos que predican la realidad, que yo amo y sufro, por necesidad, es pues el mío un espíritu extinto… Y vago perdido en un laberinto
Tú y yo, yo y tú unidos por las letras y los pincel… alabamos el genio que habita en cada cielo de nuestros cortejos… Amistosas manos se aprietan
Salvajismo primitivo, cuando estoy sentado sobre la hierba, con un pe… palo con muchos troncos y algo de ramaje, moviendo las hojas seca… en el taller, salvajismo primitivo…
Si en las alturas fuese un sabio, de otra forma hablaríamos mas ni sé que soy, bueno, nada, yo ando en las bajadas, donde los diabletes juegan a masturbarse, y eso que yo, de eso ya pas...
En un momento dado hay un hombre que está detrás de una puerta, la atraviesa y se sienta en un banco situado a la derecha de la misma, cruza las piernas y con los ojos intenta alcanzar ...
A veces se me meten piedrecitas en los zapatos. Pobrecitas tan peq… me molestan tanto. Me paro en cual… esquina y me descalzo. Pobrecitas tan pequeñas me molestan tanto.
dios Mío, verbo en MÍ
Afluentes que en el desembocar de los mares, abastardáis el plomo que os pesa en vuestro nosotros de derivas saturadas de islotes, grutas que por el tamaño
Ya la hoguera ya quemó, no dejando rastro ni figura, en mi agua beberé tu sed, sáciate de las consecuencias del f… Apabullantes monstruos destapan
Me quedé dormido, junto a un cipré… sobre la fresca hierba del cemente… velaba Febe, desde su ancho imperi… mi sueño errante, mi dormir cortés… Y los muertos me hablaron, a travé…
Ese león enjaulado, no furioso que dormita. Esas fauces desgastadas de rugir en otra selva. El, que fue, cuando no era selva,