Visceral Drugs 2005 #2
Constante de luz y de agonía voy atisbando
los caminos, esos luceros de miel y moco
revolcándose por el suelo dicen tienes frío
y acaso la corriente abre las puertas, ¡ah!,
ojos negros, en que pensáis si yo muero en
la ceremonia cuando sopla de frente,
oh, oh, oh, mi tallo
oh, oh, oh, una puta y su caballo, bien vacíos
os acercáis esta noche, musgo y piel,
desgarrada, caninos de loba
y entre las piernas un tesoro,
no puedo caminar más aprisa y en desuso
está el corazón, aunque no me falta razón
al tocarle las pelotas.
Merecido como el beso de la provocadora
es este clamor de olas sugerentes, deriva
de semillas no cultivadas, tú me pones de
lado, yo te doy la vuelta y si me abres
te encabrito, en las manos, en la boca,
en la polla.
Tan húmedo como natural, este zumo de naranja que vuelca su equilibrio razonable,
¡camarero!, un jugo de tomate.
